Era de esperarse. Sony acaba de comprar al estudio desarrollador Bungie para su conglomerado PlayStation Studios. Esta compañía es conocida en la industria por haber sido la creadora de Halo (irónicamente, la saga insignia de Xbox). El hecho ya se toma como una reacción natural de los nipones frente a la compra que Microsoft cerró hace unas semanas para adquirir Activision Blizzard, dueña, entre otras sagas, de la importante franquicia Call of Duty. Con este movimiento, muchos opinan que se avecina una auténtica guerra de apropiamientos, que podrían transformar considerablemente el mercado de consolas.
La compra, según revela un informe de GamesIndustry, se ha cerrado por una suma de 3.600 millones de dólares. Según Sony, Bungie llevará el título de “subsidiaria independiente”, y formará parte del conglomerado de estudios de Sony Interactive Entertainment.
El equipo de gestión actual del estudio se mantendrá para formar parte de una junta directiva en la cual también estará incluido Pete Parsons, actual CEO y presidente de Bungie.
Jim Ryan, director ejecutivo de SIE, ha confirmado ya que Bungie seguirá siendo un estudio y editor multiplataforma e independiente, por lo que sus títulos seguirán siendo considerados para lanzamientos en otras consolas y plataformas además de las de PlayStation (como PS5).
El estudio trabajará codo a codo con PlayStation Studios, que buscará aprovechar la experiencia del estudio para “unir amigos alrededor del mundo”.
Bungie es conocido, entre muchas otras cosas, por haber sido el creador de la saga Halo, la cual nació originalmente como un proyecto de videojuego para computadora. El propio Steve Jobs (en sus primeros años tras regresar a Apple) presentó el título como exclusivo de sus plataformas Mac en Macworld Expo de 1999. Sin embargo, Microsoft compró el estudio en el año 2000, asegurándose así la exclusividad de la que sería su obra maestra: Halo.
En los años posteriores, y tras muchos títulos de Halo para Xbox (clásico) y Xbox 360, Bungie se separó de Microsoft en 2007, y desde entonces funcionó como un desarrollador independiente. Tras Halo: Reach (2010), solo han lanzado dos juegos importantes: Destiny y Destiny 2.
En 2010, Bungie firmó un contrato de editorial con Activision para la saga Destiny, el cual caducó en 2019. Ahora, tras unos pocos años después, la empresa vuelve a ser parte de un conglomerado grande, optando por el mayor competidor de su primera familia: PlayStation.