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Publicación viral en Facebook que hace múltiples afirmaciones sobre los “chemtrails” es falsa

Publicación en Facebook se hizo viral tras afirmar que los “chemtrails” en verdad existen. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde esta teoría que ha sido desmentida en múltiples oportunidades. La descripción que hacen del fenómeno en verdad corresponde a los contrails y, aun así, es incorrecta en varios puntos.

larepublica.pe
Publicación viral de Facebook sobre los "chemtrails". Foto: Facebook

Desde hace ya algún tiempo, circulan por internet distintas publicaciones que afirman que los gobiernos esparcen químicos por el aire a través de aviones con la intención de envenenarnos, controlarnos, enfermarnos y un sinfín más de motivos.

Esta teoría conspirativa ha sido denominada “chemtrail”, una conjunción de las palabras en inglés ‘chemical’ (químico) y ‘trail’ (estela), por las estelas blancas que algunas veces dejan los aviones tras de sí y que se creen son el rastro de lo que “maliciosamente nos propalan”.

En La República ya hemos desmentido varios posts virales al respecto. Sin embargo, estos surgen constantemente y se multiplican, actualizándose convenientemente según la coyuntura o combinados con otros bulos.

Esta vez, una página de Facebook ha escrito un artículo largo con múltiples argumentos falaces o engañosos. El post ha sido compartido más de 700 veces y cuenta con más de 800 reacciones. En Verificador, desmentimos los puntos principales.

Captura de pantalla de la publicación viral. Foto: Facebook

¿Los “chemtrails” son distintos a los contrails?

Los chemtrails simplemente no existen.

FALSO

Según reporta National Geographic, ya dos investigadores se encargaron de realizar un sondeo a científicos sobre qué tan cierta era esta teoría. En los resultados, 76 de los 77 encuestados dijeron que no habían encontrado alguna evidencia para respaldarla y que, más bien, muchas de las “pruebas” de las que dicen valerse los conspiranoicos en verdad son fenómenos físicos y químicos de largo conocimiento.

Este evento de los contrails, además, ha sido ampliamente estudiado durante décadas por múltiples investigadores que, en ningún caso, se han animado a hacer afirmaciones tan graves como las que plantea la teoría de los chemtrails.

Las estelas de condensación —o contrails en inglés— son, como ya hemos explicado en otras notas, las colas blancas que a veces aparecen detrás de los aviones. Se producen, según el investigador Bern Karcher, gracias a las moléculas de agua y el hollín que son expulsados por los procesos de combustión de los motores. Estos, según factores como la velocidad del vehículo, la altura, la cantidad de azufre en el combustible y las condiciones meteorológicas del lugar, se condensan, lo que produce el fenómeno.

Proceso de generación de las estelas. Fuente: The Optical Society of America

El contrail, dada su vistosidad, complejidad para ser explicado y multiplicación debido al aumento considerable del tráfico aéreo, ha sido lamentablemente relacionado con las teorías conspirativas y denominado como “chemtrail”.

Los contrails datan desde 1915

Esta, según los conspiranoicos, habría sido más o menos la fecha en la que los gobiernos se pusieron de acuerdo para empezar a “rociarnos con los agentes químicos”.

FALSO

Sin embargo, de acuerdo al investigador Ulrich Shumann, una de las primeras publicaciones que dan noticia de las estelas de condensación data de 1919 y le corresponde a Ettenreich, R., quien afirma haber visto en 1915 el fenómeno en la provincia italiana de Tirol del Sur.

Shumann hace el esfuerzo de recopilar avistamientos muy tempranos y explica que este fenómeno apareció hacia la segunda mitad de la década de 1910 porque los aviones se hicieron aptos para volar a alturas en las que la temperatura del aire es muy fría (por debajo de los 40 grados Celsius).

Imagen una batalla de aviones en Londres en 1940. Foto: Imperial War Museums

¿Quiénes generan los contrails?

En realidad, cualquier tipo de avión puede generar las estelas de condensación, no importa el tamaño o la función para la que esté hecho.

IMPRECISO

Según informan Jordi Mazon, Marcel Costa y David Pino en un artículo académico, durante la Segunda Guerra Mundial, se observó a muchos bombarderos, de tamaño más bien reducido, generar estos eventos.

Sitios como wiki e investigadores como Bernd Karcher hacen referencia a jets que ocasionan este fenómeno. Y, generalmente, los más comunes son propiciados por aviones comerciales.

Distintos tipos de avión generando las estelas. En orden, aviones comerciales, jets comerciales, jets militares y bombarderos. Composición LR en base a fotos de wiki, pinterest y el estudio World War II Contrails

Asimismo, por múltiples motivos, los drones no pueden generar este efecto. La poca velocidad, el tipo de energía que usan y la altura a la cual vuelan son algunas de las causas.

Duración, tamaño y efectos climáticos

Lo primero es posible y lo segundo, como fenómeno aislado, no.

IMPRECISO

El tamaño y duración de los contrails depende mucho de las condiciones climáticas y la altura a la que surja el fenómeno. Según National Geographic y Karcher, la humedad debe ser alta para que la estela permanezca un buen tiempo sobre el cielo (entre 10 minutos y un día). Esta, efectivamente, puede expandirse en entornos bastante húmedos y fríos, pues las condiciones generadas por el viaje del avión hacen posible que el vapor de agua en el aire se siga condensando y adhiriendo.

Por otro lado, los contrails por separado no producen alteraciones en el clima. Su incidencia como evento particular es más que todo estética. Sin embargo, sí está comprobado por múltiples artículos académicos que como conjunto tienen un impacto no menor en el aumento de la temperatura del planeta. Según las declaraciones del físico atmosférico Rubén de León para el diario El País, las estelas bloquearían más la radiación que sale de la Tierra que la que entra, generando un desbalance de calor.

Estelas de condensación vistas desde arriba. Foto: NASA

¿Los contrails tapan el sol?

El efecto no bloquea significativamente la luz del sol, no puede convertirse en una bruma grisácea y tiene cantidades insignificantes de bario.

IMPRECISO

Como explicamos en otro artículo, Xavier Giménez, divulgador científico y profesor de la Universidad de Barcelona, declaró para Investigación y Ciencia que es imposible que este fenómeno esté compuesto por gases tóxicos (como bario) en medidas significativas, pues no tendría el aspecto de nube y probablemente sería invisible.

Asimismo, el especialista afirmó que, debido a la altura desde la que supuestamente serían rociados los químicos, llegarían al suelo diluidos, lo que anularía su efecto tóxico.

Jordi Mazon, Marcel Costa y David Pino, quienes se dedican a monografiar la polémica, descartan la presencia del bario (así como del estroncio y aluminio) en niveles considerables porque “no hay ninguna evidencia científica que avale estos datos, ni ninguna publicación en revistas científicas que muestre estas supuestas observaciones”. Por último, el mismo Giménez afirma que a diferencia de lo que ocurre con las nubes comunes, las estelas de condensación “no suelen producir sensación de oscuridad”.

Altitud de los contrails

Como señala el investigador Bern Karcher, existe una restricción de formación de las estelas de condensación: es muy difícil que se generen por debajo de los 8 kilómetros de altura.

IMPRECISO

Como afirmamos anteriormente, el frío (se afirma que la temperatura debe estar por debajo de los -40 grados Celsius) y la humedad influyen mucho en este fenómeno. Sin embargo, en lugares gélidos que cumplen con estas condiciones, como Rusia, Canadá y Alaska, se han reportado avistamientos al nivel de tierra.

Estela al nivel del mar registrada en Alaska. Foto: Wikipedia

Aun así, lo más común es que se generen en alturas del crucero (entre los 10.000 y 12.000 m.s.n.m.), pues son las que los aviones comerciales usan para ahorrar más combustible y ser más eficientes.

Como explica Karcher, es posible que en condiciones menos húmedas o frías aún se puedan formar estelas, pero son de corta duración, permanecerán delgadas y abarcarán poco espacio.

Supuestos metales en su composición

No se puede tomar muestras a esa altura. Sin embargo, la composición en niveles mínimos es posible, pues la combustión del motor deja trazas de metales.

IMPRECISO

Como señalamos antes, Jordi Mazon, Marcel Costa y David Pino, recopiladores del fenómeno de los contrails, aseguran que no existe prueba alguna de que estos eventos generen aluminio, bario y estroncio en niveles que pueden alertar a alguien. Asimismo, aseguran que no se puede tomar muestras a las alturas en que se generan las estelas.

Por otro lado, según señala el Departamento de Conservación del Ambiente de Vermont en Estados Unidos, la combustión dentro de los motores de los aviones genera dióxido y monóxido de carbono, vapor de agua, compuestos orgánicos volátiles, óxido de nitrógeno, óxido de azufre, hollín y trazas de metales.

El sitio web especializado en el fenómeno de los contrails, Contrail Science, añade que dentro de estas trazas, efectivamente puede existir el bario en el combustible crudo o en los lubricantes del motor, pero en medidas insignificantes. Señala también los errores de metodología que suelen cometer en los supuestos descubrimientos químicos de los creyentes de los chemtrails, pues muchas veces el muestreo incluye lodo, lo que incrementa la presencia de elementos como el aluminio.

Conclusión

No existe evidencia científica que respalde la existencia de los “chemtrails”. En La República ya hemos desmentido esta teoría en múltiples oportunidades. Por lo tanto, cualquier descripción que se haga de este no tiene sentido y es falsa. Por otro lado, siempre es bueno aclarar algunas dudas sobre el fenómeno de los contrails, al que falsamente se le atribuye ser en verdad esta teoría conspiranoica.

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