En redes sociales, una publicación omitió contexto sobre un informe del Ministerio de Sanidad de España. Según indicó el viral, la entidad sanitaria española habría reconocido que, entre los posibles efectos adversos de las “vacunas COVID-19″ se encuentran la trombocitopenia inmune y el tromboembolismo venoso.
No obstante, esta publicación es imprecisa. El reporte publicado por el Ministerio de Sanidad español solo atribuyó a la vacuna de Janssen —y no a todas las vacunas contra la COVID-19— el posible riesgo, de muy baja frecuencia, de trombocitopenia inmune (TPI) y el tromboembolismo venoso (TEV).
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El texto viralizado, compartido el último 5 de octubre, basa su afirmación en una captura adjunta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Sin embargo, al revisar el titular se lee lo siguiente: “Vacuna frente a la COVID-19 de Janssen: riesgo de trombocitopenia inmune y tromoembolismo venoso”. Es decir, hace referencia a la vacuna de un solo laboratorio, y no incluye a todas “las vacunas” contra la COVID-19 en general, como sugiere el post de Facebook.
Verificador de La República accedió a la web de la AEMPS para consultar mayor información. En efecto, el último 4 de octubre, el Ministerio de Sanidad de España publicó una nota informativa referida al posible riesgo de trombocitopenia inmune (TPI) y tromboembolismo venoso (TEV) en la vacuna contra la COVID-19 del laboratorio Janssen.
En ella, la entidad de salud reportó que tales posibles reacciones adversas asociadas a la vacuna de Janssen pueden aparecer “independientemente una de otra con una frecuencia muy baja”.
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La agencia indicó que “se han notificado casos de TPI, que puede cursar con un recuento muy bajo de plaquetas”, y algunos de estos tuvieron un desenlace mortal. Sin embargo, en España, hasta el 26 de septiembre, solo se registraron dos notificaciones de trombocitopenia inmune tras dos millones de dosis aplicadas de la vacuna de Janssen. Ninguno de esos casos tuvo consecuencias mortales.
Con respecto al tromboembolismo venoso (TEV), se indicó que aparece “raramente”, con 29 notificaciones entre cerca de dos millones de personas inmunizadas en España con la referida vacuna contra la COVID-19, a corte del 26 de septiembre.
Posteriormente, el último 20 de octubre, la AEMPS difundió su 9.º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19. En dicho documento, se informó la detección de TPI tras la aplicación de las vacunas de AstraZeneca y Janssen, y se indicó que aparecen “muy raramente”. Algunos casos ocurrieron en personas con historial previo de trombocitopenia inmune.
El TEV, por su parte, fue atribuido solo a la vacuna de Janssen, y se señaló que “existe una posibilidad razonable de que el tromboembolismo venoso pueda estar asociado” a dicha vacuna. No obstante, su frecuencia de aparición es rara, es decir, que sucede en menos de una de cada 1.000 personas.
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La publicación de Facebook que afirma que la trombocitopenia inmune y el tromboembolismo venoso son posibles efectos adversos de “las vacunas” contra la COVID-19 es imprecisa. Según los informes del Ministerio de Sanidad de España, estas reacciones son muy raras, y han sido asociadas principalmente a la vacuna de Janssen, y una de ellas a la de AstraZeneca.
Asimismo, el informe sobre TPI en la vacuna de Janssen reportó dos casos, que no resultaron mortales, de un universo de dos millones de dosis aplicadas.
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