En la última semana, viene circulando en Facebook una publicación que combina una foto de un corazón humano visiblemente afectado por una condición patológica junto a un texto que advierte que “los infartos ocurren más a menudo en el baño”.
El viral afirma que “un profesor de medicina de la UTM en Malasia” aconseja que las personas no deben “empezar mojándose la cabeza y el cabello cuando se duchen porque esto es una secuencia inversa (sic)”, lo que terminaría por causar un infarto. No obstante, Verificador pudo constatar que la información es falsa y que la imagen no guarda relación con esta emergencia médica.
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De acuerdo con la definición de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, un ataque cardíaco o infarto del miocardio agudo es provocado “por un coágulo que bloquea una de las arterias coronarias. Las arterias coronarias llevan sangre y oxígeno al corazón. Si el flujo sanguíneo se bloquea, el corazón sufre por la falta de oxígeno y las células cardíacas mueren”.
La publicación que, hasta el 14 de julio, ha sido compartida en más 9.000 oportunidades, asegura que la supuesta “secuencia inversa” de empezar a bañarse mojando primero la cabeza genera que “el cuerpo trate de ajustar su temperatura muy rápidamente” enviando sangre a la cabeza “para compensar la diferencia de temperatura, lo que eventualmente puede causar roturas de vasos capilares, arterias y por consiguiente un infarto”.
Hasta el 14 de julio, el viral ha sido compartido casi en 9.000 ocasiones.
Sin embargo, en comunicación con La República, el doctor Carlos Enrique Ruiz, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología, descartó de plano que esto pueda ser cierto.
Según el especialista, los principales factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de que una persona sufra un ataque cardíaco son la presión alta, la diabetes, el colesterol elevado y el tabaquismo. A pesar de que hay elementos adicionales como la carga genética, el estrés, el sedentarismo o la obesidad, el cambio de temperatura corporal no está dentro de la lista.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud no considera dentro de sus recomendaciones para evitar un infarto de miocardio o un accidente vascular cerebral el cambio de temperatura del cuerpo, ni mucho menos al momento de bañarse. Tampoco es el caso de la Asociación Americana del Corazón.
El cardiólogo explicó que la afirmación del viral “no tiene sentido” y que carece de sustento científico, ya que la circulación en el organismo no es estática, sino dinámica.
“La circulación va a través y a todo el cuerpo: no es estática. Si uno tiene que correr, los músculos necesitan más sangre, por lo que la sangre de los sitios donde no se requiere va hacia los músculos. En el momento de reposo, esa sangre que está en los músculos y que ya no se necesita vuelve a su depósito original”, propuso.
Un trabajo anterior de Maldita encontró un estudio relacionado al viral titulado Clinical Characteristics of Stroke Occurring while Bathing que fue desarrollado por científicos japoneses en 2017.
Como conclusión, resolvieron que, en caso de sujetos vulnerables, existe “un pequeño riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico” durante el baño. Sin embargo, el estudio dejó en claro que no establecía una relación causal entre el baño y el infarto, ni identificó los factores de riesgo.
Verificador ingresó al portal de la Universidad Tecnológica de Malasia y pudo comprobar que en su repositorio virtual no hay ninguna publicación que vincule la manera de bañarse con la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco.
El repositorio virtual de la UTM no registra ninguna entrada relacionada al viral.
A través de la herramienta de búsqueda inversa de Google Imágenes, Verificador encontró que la fotografía adjuntada en el viral no correspondía a la de un corazón humano que sufrió un ataque cardíaco, sino una infección llamada cisticercosis cardíaca.
La imagen corresponde a un corazón infectado por el parásito T solium.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, esta es “una infección ocasionada por un parásito llamado Taenia solium (T solium). Es una solitaria del cerdo que produce quistes en diferentes zonas del cuerpo”.
El doctor Cruz señaló que es raro que el parásito llegue al corazón, lo que explicaría la viralización de la fotografía, pues se aloja generalmente en el hígado o el cerebro de la persona. No obstante, confirmó que el cisticerco, de asentarse el corazón, no es capaz de ocasionar un infarto.
No existe evidencia científica que demuestre que bañarse mojándose primero la cabeza es un factor de riesgo que incrementa las probabilidades de sufrir un infarto. La Universidad Técnica de Malasia no cuenta con ninguna publicación que avale la información de este viral. Lo mismo sucede con organismos de salud nacionales e internacionales: ninguno incluye la “secuencia inversa” en el baño dentro de los posibles causantes de un ataque cardíaco.
Finalmente, la imagen que acompaña al texto es la de un corazón que sufrió una infección llamada cisticercosis cardíaca, ocasionada por el parásito T solium, el cual produce quistes en diferentes zonas del cuerpo. Por lo tanto, calificamos este viral como falso.