No se confundan, no se trata del edén de Adán y Eva sino de los edificios I y IV de un complejo arqueológico localizado en San Martín de Porres. ,Luis Pérez / Revista Rumbos Un mal recuerdo. En julio de 2013 se destruyó e incineró una pirámide preincaica en el Complejo Arqueológico El Paraíso de San Martín de Porres. Después de ese triste suceso, los trabajos de investigación se suspendieron por procesos legales hasta octubre de 2015. PUEDES VER: Lunahuaná será una de las subsedes de los Juegos Panamericanos 2019 Pero ayer por la mañana se dio vuelta a esa página y, en ese sitio arqueológico del precerámico o arcaico tardío habitado hace 4.000 años por pescadores y agricultores, se revelaron algunos de sus misterios. Esos son los primeros frutos del proyecto de recuperación emprendido por el Ministerio de Cultura y el Museo Andrés del Castillo. Esta iniciativa favorecerá a otras tres huacas de Lima y Callao. Primeros misterios En la unidad arqueológica IV se encontró el cuerpo de una mujer entre 30 y 35 años. Ella estaba acompañada por unas valvas de concha de moluscos, un calero en mate, un fragmento de cornamenta de cérvido, un piruro lítico de forma tubular y tres cuentas con horadado de ftanita calcedónica. “La descubrimos en diciembre, durante la primera temporada del estudio. Es una mujer robusta que por sus características físicas debió ser de la costa. Por los elementos que la acompañan, podemos decir que se trataría de una dama muy importante dedicada a la textilería y el trabajo fuerte”, detalla el arqueólogo Joaquín Narváez, director del Proyecto El Paraíso. “Murió a causa de una infección debido a un golpe”, agrega. En el área se hallaron restos de productos agrícolas y marinos como el maní, semillas de lúcuma, tuzas de maíz, fruto de la guayaba, vainas de pacae, y vértebras de sardina, bonito y róbalo. Además, “artefactos y objetos ornamentales de madera, concha y hueso”, revela Narváez. A su turno, el arqueólogo Oscar Araujo cuenta que en la unidad arqueológica I, la pirámide estaba cubierta por una capa muy densa de barro. “El trabajo fue retirar todo eso y dejar solo las piedras. Pero todavía se pueden apreciar los indicios que muestran el barro pegado al núcleo constructivo”. El especialista explica que “en uno de los pisos de esta pirámide existe una zona que habría sido utilizada para las ceremonias y los rituales de la elite”. Esta tiene un rectángulo en desnivel, y, en cada esquina, unos agujeros circulares. “En ellos había cenizas, entonces, se deduce que eran utilizados como hogueras”, indica el arqueólogo, mientras señala la vista que se puede apreciar del río Chillón y alrededores. Pedido a los Dioses “Siempre he conversado con los cerros para que este lugar sea reconocido por su historia”, comenta Quilla Rosales, quien cerca del edificio principal ha preparado una mesa con diferentes insumos para ofrendar a la madre tierra. “Por eso, en este ritual quiero que cada uno ofrende y pida que El Paraíso suene por todos los rincones”. Es es su anhelo. El dato El proyecto del Ministerio de Cultura y el Museo Andrés del Castillo en El Paraíso, prevén la construcción de un Museo de Sitio. Además, se ha abierto un camino provisional para los visitantes. Más adelante existirá uno permanente.