¿Todavía te sientes galán de telenovela?
La cierta galanura que pueda tener o no me ha traído trabajo, así que la agradezco, pero también como actor me he movido en otros rumbos ¿no?, sobre todo en el cine y el teatro.
Y el teatro no tiene esa exposición mediática, que es lo feo de la televisión, ¿no?
La exposición es más directa, más real, porque no hay una manipulación de por medio, sino la reacción pura, sincera, del público. En particular, en esta obra, en que somos solo Gianella y yo, que nos queremos diferente todos los días.
Con Gianella Neyra, lo de quererse es real, ¿no?
La química no se fabrica, y sorprendentemente Gianella y yo la tenemos. Además, hemos encontrado la manera de acompañarnos. Estamos en un momento particular de nuestras vidas, compartimos cosas que en otro momento no. Por ejemplo, en Obsesión, ella era una chiquilla y yo estaba por casarme. Ahora estamos como sintonizados.
¿Maduros?
Creo que sí, más conscientes de que queremos hacer algo bueno de nuestras vidas, de que queremos amar, de la importancia que tienen nuestros hijos.
Y los dos en algún momento han sentido la agresividad de los medios, ¿no?Sí, y yo le he aconsejado mucho en eso.
¿Y tú cómo aprendiste?
Aprendí que el deseo no necesariamente tiene que ir de la mano con la acción. Que uno puede sentir mucha rabia y hasta tener ganas de romperle la cara a alguien, pero que eres una persona pública, tienes que aprender a desarrollar el silencio, a alejarte, a no mezclarte.
¿Te has sentido víctima?
No, siento que es parte del juego… Como dicen en Colombia, no hay que dar papaya. Si vas a estar borracho en la calle obviamente te prestas a que te graben y te hagan un ampay…
Pero tú no has tenido ningún ampay, sino un acoso individualizado…
Sí, y que prefiero sinceramente ni mencionar, porque sería seguir dándole cuerda a algo que está totalmente en el pasado. O sea si fuera algo presente, real, tú dices bueno… En el caso de Gianella, que tiene una separación, son dos personajes públicos, es algo que lamentablemente es difícil de tapar y que ella ha sabido capear como una señora, y yo la admiro y quiero más ahora. Y puedo decirle: tranquila, esto es flor de un día, la gente se olvida de todo y pasa.
A propósito, tú has trabajado con actrices bellísimas...Sí, con Gianella, Ruddy Rodríguez, Maricarmen Regueiro, a pesar de que en la segunda novela no nos llevábamos tan bien. La gente decía ¡qué pareja! y no nos hablábamos.
¿Y por qué no se hablaban?
Porque tuvimos una relación muy corta durante Natacha, y cuando volvimos a trabajar después de tiempo, cada uno estaba en momentos diferentes: ella con su pareja en la cárcel y yo por tener a mi hija. Ahora lo entiendo, pero en ese momento ella estaba muy reactiva.
¿Y cómo es tu relación con tu hija?
Mejor que nunca. Somos patas y tiene una papitis fortísima. También tiene que ver con que ya no estoy viajando, paso todos los fines de semana con ella, la recojo del colegio. Como le digo a ella y a mi ex esposa: nosotros seguimos siendo una familia, no vivimos juntos, cada uno tiene su vida, pero somos un equipo.
¿Y por qué no ha entrado otro miembro al equipo?
Nooo, sí entran otros miembros.
Ah, ¿sí? Pero no te has vuelto a casar.
No, no me he vuelto a casar ni me voy a volver a casar. No creo en el matrimonio. Creo que es como ir al colegio. Ya fui al colegio y no tengo por qué regresar.
¿Y has vivido la vida que querías?
Sí, no me puedo quejar. El camino ha tenido sus tropiezos, y la experiencia es la única forma de aprender ¿no? La vida nunca es lo que uno quiere que sea, sino que te va moldeando y puliendo.
¿Cuál ha sido el mayor tropiezo?
Son cosas mucho más interiores, como lidiar contigo mismo. ¿Con tus demonios?
Demonios, inseguridades, miedos, lo que tenemos todos ¿no? La primera vez que me paré en un escenario no sentía que mis pies tocaban el piso, o sea, me sentía flotando, no habitaba mi cuerpo. Y ahora me siento una persona integrada, sé quién soy, lo que puedo hacer, hasta dónde puedo llegar. No me creo más de lo que pueda ser y trato de disfrutar de lo que Dios me ha dado, de una hija hermosa que crece todos los días y que me dice 'eres el mejor papá del mundo' aunque no lo sea.
¿Y te dice eres el mejor actor?
Me respeta, pero prefiere a los de Al fondo hay sitio (risas). Pero yo no quiero que se sienta orgullosa porque soy conocido o porque soy actor, sino por lo que compartimos juntos, lo que le puedo dar, lo que podamos vivir. Y mi mayor ambición es que cuando ella crezca pueda hablarle de todo con verdad y desde ahora lo hago. ¿Es la persona que más te conoce?
Yo creo que sí.
La ficha
Me llamo Diego Felipe Bertie Brignardello. Nací en Lima hace 44 años. Tengo una hija, Aíssa, de 12 años. He hecho teatro, cine, telenovelas y grabé un disco. Estoy haciendo "El próximo año a la misma hora", con Gianella Neyra, y en setiembre haremos otra obra. Siento que lo mejor de mi carrera está por venir y es producir, dirigir. Tengo varios proyectos y, a lo mejor, el próximo año ya los concreto