El narrador y director chileno anuncia una pausa en su producción cinematográfica. Dice sentirse cansado de la “compulsión por crear”. ,Alberto Fuguet: “Invierno es mi última película, y lo será buen tiempo”, Texto: Carlos García Lazo. Tomado de Numero-Zero Invierno es la última película del escritor y cineasta chileno Alberto Fuguet. No sólo porque fue estrenada la semana pasada en Santiago de Chile, sino porque el autor de novelas como Tinta Roja, Missing y películas como Velódromo y Música Campesina, ha anunciado su retiro temporal del cine. La cinta, que consta de tres partes y tiene cinco horas de duración, fue exhibida en el reciente Festival Internacional de Cine Lima Independiente. La película presenta la historia de Alejo Cortés, joven escritor chileno que está preparando su segunda novela. A su alrededor está su hermana, su mejor amigo y sus groupies. Todo cambia cuando se publica el libro y llega el invierno. ¿Cómo nace Invierno ? Después del estreno de Música Campesina. Quería adaptar una serie de cuentos de un libro pero no resultó. Luego pasaron dos cosas: empecé a escribir unos cortos ligados a la idea de las redes sociales y a rupturas. Había uno de adolescentes llamado Instagram; otro que era acerca de una mujer profesional que salía con un tipo veinte años menor. La idea era unir estos cortos con imágenes invernales al son de música. Luego apareció la posibilidad de hacer otro clip pero pensé: ¿Y si junto todo? Ahí nació la primera versión de Invierno: cuatro cortos. Pensaba filmar eso el invierno del 2012, pero semanas antes de rodar tuve que operarme de la garganta y debí suspender el rodaje. Eso dio paso a Alejo y al verano. ¿De dónde salió Alejo? Del miedo de esa operación. Me enfrenté a una posible mortalidad y supongo que eso alteró todo. El filme, como la novela que deseaba ser, siguió mutando. Reescribí todo y se alargó luego de ver el material capturado durante el verano. Lo que partió más como un deseo, terminó creándose como una novela: borrando, agregando, reescribiendo, etc. ¿Alejo Cortés es tu versión personal de Andrés Caicedo? Sin duda, sí. Creo que se quedó ahí en el disco duro. Es mi versión personal junto con algo de Gustavo Escanlar, más algo de mí o de quién era yo y lo que me tocó vivir en ese período. Invierno es bien confesional y personal, pero sin duda que la semilla nace de Caicedo. No sólo de Andrés sino también de la experiencia de hacer Mi cuerpo es una celda. Creo que José tiene algo de Luis Ospina y Eleonora algo de Rosario Caicedo. Dices que Invierno es tu última película… Sí. Y creo que lo será por un buen tiempo. Al menos es el fin de una trilogía de tipos solos (junto a Velódromo y Música Campesina ). Siento que se cierra algo. Invierno se rodó con la idea que esta es la última. Espero ser fiel y no hacer nada en un par de años. No es una pose. Se hizo como una despedida y como un resumen. Se siente como un statement sobre temas recurrentes en tu obra: el acto de crear, conectar con los lectores, aislarse para escribir. Sin duda es un statement. Si bien creo en la maravillosa experiencia de conectar con los lectores o espectadores, ahora creo que me toca a mí conectar. No como autor, como persona. Escribir y filmar tiene mucho de optar: o la vida o el arte. Es algo casi ridículo. Ya no me interesa tanto escribir o filmar sino aprovechar el tiempo en otras cosas. Me cansó la compulsión por crear. La cinta es una suerte de autobiografía escindida: está llena de fantasías. Entre ellas, por cierto, qué pasaría con un libro mío póstumo. Quedó mejor de lo que esperaba. Se estrenó Invierno, se publicó el perfil de Gustavo Escanlar Todo no es suficiente y en una reciente entrevista anunciaste que ya habías cerrado una novela llamada Sudor, además de otro libro. Después de todo, ¿se puede dejar de escribir? O, en todo caso ¿se puede dejar de crear? Ya he escrito harto por ahora. O al menos en plan ficción. De hecho, la novela que saldrá en octubre se llama No ficción. Creo que se puede dejar de escribir y dejar de crear. Se puede, entre otras cosas, leer, ver, dormir, escuchar, pasear. Me veo escribiendo ensayos, cosas híbridas. Ahora, poco a poco, estoy escribiendo cosas y juntando material para hacer otro libro de cine. Creo que se llamará VHS.