Hoy en día, los smartphones se han convertido en herramientas indispensables. Su capacidad para integrar múltiples funciones en un solo dispositivo ha cambiado hábitos y facilitado tareas que antes requerían de aparatos específicos. Sin embargo, en un mercado saturado de tecnología, muchas de sus características pasan desapercibidas para los usuarios.
Una de estas funcionalidades es la tecnología NFC, que, pese a estar presente en la mayoría de los teléfonos móviles modernos, sigue siendo poco comprendida. En las siguientes líneas, explicaremos qué es, cómo funciona y cómo puede mejorar la forma en que utilizas tu dispositivo, más allá de las aplicaciones convencionales como los pagos móviles.
NFC, que significa Near Field Communication, es una tecnología inalámbrica que permite la transferencia de datos entre dispositivos situados a una distancia máxima de 15 cm. Aunque su velocidad de transmisión es relativamente baja, destaca por su rapidez y facilidad de uso.
Este sistema opera en dos modos principales. En el modo activo, ambos dispositivos cuentan con un chip NFC que genera un campo electromagnético para compartir información. Por otro lado, en el modo pasivo, un dispositivo sin capacidad activa puede utilizar el campo generado por otro con NFC para realizar el intercambio de datos.
El NFC también se distingue por su seguridad. La corta distancia requerida para su funcionamiento reduce el riesgo de interferencias o accesos no autorizados. Además, su integración en smartphones y otros dispositivos ha permitido la creación de soluciones prácticas para diversas actividades cotidianas.
La tecnología NFC no solo se limita a los pagos digitales, sino que ofrece una variedad de aplicaciones útiles. Aquí te presentamos las más destacadas: