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Tecnología

Smartphone: ¿por qué desaparecieron las baterías removibles del mercado?

Antes, reemplazar la batería de un teléfono móvil era pan comido; sin embargo, algo ocurrió que hizo que todos los fabricantes dejaran de implementarlos separadamente. ¿Qué pasó?

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Si todavía cuentas con un teléfono con la batería separada y removible, cuídalo, ya casi no existen modelos así. Foto: Ovrik

La constante evolución de los teléfonos móviles deja muchos sinsabores a la mayoría de usuarios. Si has renovado tu smartphone en los últimos años, es probable que te hayas visto forzado a abandonar alguna característica o función para la cual no veías problema alguno. Un gran ejemplo son las baterías removibles. ¿Por qué desaparecieron? ¿Qué tenían de malo? Aquí te brindaremos la respuesta.

Antes, en los teléfonos que permitían sacar la batería, el mero hecho de que este elemento esté separado del hardware integral hacía que para muchos sea muy fácil reemplazarlo.

Cualquier falla de la batería no era problema alguno para los usuarios. Si la batería se hinchaba, se cambiaba; si ya no cargaba bien o su carga se reducía muy rápido, reemplazarla era muy sencillo.

¿Por qué los teléfonos ya no vienen con baterías removibles?

Aun así, esta practicidad venía acompañada de cierta desventaja, especialmente para los departamentos de desarrollo e innovación. Verás, para que se puedan ejecutar de manera idónea muchas de las opciones que los smartphones modernos tienen, es necesario asegurar cierto flujo de energía.

Esto implicaba la necesidad de baterías mejor diseñadas, al menos específicamente para lo que un teléfono de gama alta o premium puede brindar. El problema de dejar que el usuario cambie la batería, recaía en que estas funciones se ejecuten de manera errónea, y hasta riesgosa para ellos mismos.

¿Por qué es mejor tener un celular con la batería no removible?

Por esta razón, muchos fabricantes optaron por diseñar baterías más específicas y hacer que sus celulares necesiten modelos más específicos y no tan estandarizados. Esto garantiza tanto un buen funcionamiento, como evitar riesgos innecesarios como daños en el equipo.

Hay otras ventajas, como el hecho de tener mayor seguridad en los casos de robos (con una batería no extraíble, habrá más dificultad de reemplazarla), resistencia al agua (al tener menos piezas).

Por supuesto, detrás de todo esto también un motivo comercial, o al menos de marketing, es que, en los últimos años, la mayoría de fabricantes ha querido destacar intentando presentar el teléfono más delgado del mercado. Esto, con baterías extraíbles, simplemente no era posible.