Durante muchos años, Windows 7 fue el software más usado en computadoras de escritorio y laptops. Sin embargo, en enero del 2020, Microsoft anunció que el programa dejaría de recibir actualizaciones de nuevas funciones y que solo iba a tener soporte de seguridad extendido de 3 años por una tarifa adicional. Por ello, desde este enero 2023 ya no recibirá actualizaciones de seguridad.
El soporte extendido fue crucial para muchas empresas que no pudieron hacer una transición fácil al sistema operativo más nuevo. Pero hoy Microsoft desconecta las actualizaciones de seguridad y deja a los usuarios con la opción de actualizar o continuar usando Windows 7 con seguridad posiblemente comprometida.
Según datos de terceros, Windows 7 funciona con alrededor del 10% de las PC en todo el mundo, por lo que se estima que aún hay varios cientos de millones de usuarios que lo usan. Desde este martes 10 de enero sus sistemas serán vulnerables a ataques si aparece algún fallo de seguridad crítico.
Posiblemente, ningún usuario con Windows 7 cumpla la mayoría de requisitos de Windows 11. Lo normal sería pasar a Windows 10, algo que es sencillo y gratuito. Si tienes una copia original del programa que estabas usando, puedes actualizar sin costo con la misma licencia.
Otra gran alternativa es pasarse al sistema libre Linux. Sobre el papel, cualquier equipo que ejecute hoy Windows 7 será capaz de mover con garantías una distribución GNU/Linux moderna.