Si tienes familiares mayores, seguro habrás escuchado decir que los productos que se vendían hace años tiempo, como televisores, radios, refrigeradoras, entre otros, duraban más que los de ahora, los cuales tienden a malograrse muy rápido o ser reemplazados por una versión superior en un corto lapso de tiempo. Aunque no lo creas, tienen algo de razón.
Quizás no lo sepas, pero existe un fenómeno llamado obsolescencia programada que puede definirse como el tiempo de vida que tendrá un dispositivo antes de comenzar a fallar o volverse obsoleto. Este periodo suele ser elegido por la misma empresa que lo fabrica, quienes prefieren que las personas compren un modelo más nuevo a que reparen el anterior.
Según detalla Iberdrola, la obsolescencia programada no es algo reciente. Uno de los primeros inventos en padecerla fue la bombilla, ya que el prototipo original creado por Thomas Alva Edison duraba unas 1.500 horas; sin embargo, las empresas se pusieron de acuerdo y establecieron 1.000 horas de uso. Incluso, penalizaban a quienes violaban esa norma.
No solo han sido bombillas. Productos como los automóviles, televisores, radios, refrigeradoras, lavadoras, cocinas, entre otros, suelen tener un tiempo de vida programado. El problema es que, a diferencia de hace algunos años, ese periodo se ha reducido considerablemente, lo que afecta de forma negativa al medio ambiente.
De acuerdo a la publicación, renovar constantemente ciertos productos está generando una tremenda cantidad de basura tecnológica. La Unión Europea estima que, anualmente, se generan más de 2.500 millones de toneladas, por ese motivo, han surgido iniciativas para tratar de disminuir la cantidad de estos desechos.
El proyecto más reciente, que ya fue aprobado, obliga a todos los fabricantes de celulares, tablets, cámaras digitales, entre otros productos, a implementar un puerto de carga USB-Tipo C en sus productos. Una de las empresas más afectadas es Apple, ya que deberá cambiar su puerto lightning de sus iPhone.
Hablando de la compañía de la manzana, ha recibido varias denuncias por acelerar la muerte de ciertos dispositivos que considera obsoletos. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, Apple liberó una actualización para el iPhone 6 que provocó problemas de rendimiento y ralentización del equipo.
Algunos países, como Alemania, se encuentran impulsando iniciativas para que los teléfonos inteligentes duren al menos siete años. En la actualidad, los fabricantes solo brindan soportes de software y seguridad durante unos dos o tres años, lo que no ha sido bien recibido por la mayoría de marcas.