Si hay un dispositivo que ha mejorado la experiencia musical en los usuarios, esos son los auriculares. Con el tiempo, dejaron de ser un complemento para otros equipos, al punto de introducir nuevas tecnologías para sus múltiples funciones.
La historia de los audífonos se remonta desde hace más de un siglo, pasando de generación en generación, pero nunca quedando obsoleto. En esta nota, te presentaremos cómo fue que empezó a desarrollarse esta línea de productos y cuáles lograron ser los protagonistas de cada etapa de actualización.
Remontándonos al comienzo de todo, se puede llegar al siglo XIX, precisamente en 1891, cuando el ingeniero eléctrico francés Ernest Jules Pierre Mercadier inventó un dispositivo capaz de enviar ondas sonoras para comunicaciones telefónicas. Se trata del primer registro relacionado a este producto; sin embargo, entre sus defectos figuraban que no ofrecía comodidad ni una buena experiencia.
Por ello, décadas más tarde, Nathaniel Baldwin, otro profesional de la misma rama, dio a conocer sus “auriculares modernos” en 1910, lo cuales tenían como objetivo ser utilizados para poder comunicarse en zonas con poco señal y baja frecuencia, por lo que fueron venidos a la Marina de los Estados Unidos.
1958 fue uno de los años más importantes en la historia de la música, ya que se creó el primera auricular dedicado a la reproducción de sonido en canciones estéreo. Radio Corporation of America presentó sus audífonos personales para distribuirlos con una tecnología que revolucionaría las siguientes épocas.
Con el fin de dar un salto en la industria musical, John Koss, junto a su socio, el ingeniero Martin Lange, desarrollaron el Fonógrafo 390, que tuvo bastante protagonismo hasta la década de los 70. Se convirtió en los “primeros auriculares de alta fidelidad”.
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Para dar pase a la década de los 80, los ingenieros y desarrolladores de la época quisieron agregar un plus a los audífonos, los cuales se basarían en la capacidad de poder conectarlos a un dispositivo que se lleve a todos lados. Fue así como en 1979 nacieron los Walkman, que, además de tener un sistema de reproducción bastante simple, ofrecía una mejor calidad de sonido.
Ya para el nuevo milenio, la tecnología había avanzado tanto que no solo habían mejoras en cuanto a la emisión de sonido, sino también a la estética de los modelos. Por un lado, las diferentes marcas del mercado se inclinaron a producir audífonos clásicos, mejor conocidos como los In-Ear, que básicamente dependían de un cable de conexión delgado y entradas circulares para las orejas.
Posteriormente, con el fin de ofrecer una variedad de diseños en este dispositivo y hacer caso a los pedidos de la cultura del hip-hop, se volvieron a elaborar audífonos grandes, pero con conexión bluetooth. En el siguiente video, puedes ver los mejores en este formato:
Finalmente, los auriculares más recientes tienen casi de todo, pues, además de incluir chip y micrófono, pueden conectarse incluso con WiFi a televisores y consolas de videojuegos. Los famosos AirPods fueron los primeros en lanzar estos modelos, aunque lo cierto es que actualmente hay un sinfín de marcas que producen estos equipos súper livianos, multifuncionales y prácticos.