Latinoamérica va hacia una transición digital más conectada, teniendo como protagonista a las redes 5.5G. A medida que la región continúa expandiendo su infraestructura de telecomunicaciones y adoptando tecnologías emergentes, el potencial de la 5.5G toma más fuerza. Perú no es la excepción, aunque solo queda esperar 5 años.
Un evento importante para conocer el avance de la tecnología móvil es justamente el Mobile World Congress, en la ciudad española de Barcelona, en donde diversas marcas dieron a conocer las novedades y planes en el corto plazo. Es allí, en donde Huawei hizo énfasis en la importancia del 5.5 G, con una visión sobre lo que viene para la región latinoamericana.
César Funes, vicepresidente de Relaciones Institucionales para América Latina de Huawei, hizo hincapié en la importancia de la red 5.5 G, teniendo como principales características la conectividad y gran volumen de información, con una ultra alta banda ancha simétrica, es decir, con la misma velocidad de subida y bajada.
Sobre la llegada del 5.5G a Perú, Funes pronosticó que esta red podría llegar en el 2030 a varios países de Latinoamérica, teniendo como contexto que ese mismo año se tendrá un ecosistema más claro sobre el 6G en algunos países de Europa y Asia.
“Es una estimación (la llegada del 5.5 G a Perú en el 2030). A nivel general, la industria cree que el estándar del 6G va a estar en el 2030 y allí se va a tener los dispositivos y el ecosistema completo. En Latinoamérica, tenemos un pendiente con 4G, esa es la realidad, pero no podemos empezar a acabar para iniciar con 5G”, subrayó el ejecutivo.
Uno de los principales beneficios del 5.5G en Latinoamérica es su importancia para cerrar la brecha digital y mejorar la conectividad en áreas rurales y remotas. Con una infraestructura más robusta y eficiente, se espera que más comunidades en toda la región puedan acceder a servicios en línea esenciales.
A medida que la tecnología 5.5G se convierta en una realidad en nuestra región, será crucial implementar medidas sólidas de ciberseguridad y protección de la privacidad para salvaguardar la información personal y empresarial. Pese a ello, el potencial del 5.5G para transformar la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos en Latinoamérica es innegable.
En cuanto la región avanza hacia un futuro digital más inclusivo y próspero, la red 5.5G se presenta como una herramienta poderosa para impulsar la innovación y el progreso en toda la región, aunque va a depender mucho de lo comprometido que están los gobiernos por sumar esta tecnología.
Entre las posibles aplicaciones del 5.5G se encuentran el soporte para la Internet de las cosas (IoT), la transmisión de video en ultra definición y la realidad aumentada y virtual de alta calidad. Estas mejoras podrían tener un impacto significativo en una amplia gama de sectores, desde la atención médica hasta la educación y el entretenimiento.