Las redes sociales se han convertido en parte de nuestro día a día, ya que usarlas es la manera más fácil y accesible para comunicarse con otras personas en cualquier momento. Las aplicaciones no tienen límite de uso, o al menos eso es lo que se cree, pues en caso de que un usuario fallezca o desaparezca, puede haber la posibilidad de que su cuenta tampoco pueda seguir operando.
Sitios web como Facebook ofrecen la opción de conmemorar la muerte de alguien indicando en su perfil que la persona ha fallecido, pero permitiendo que sus amigos en la plataforma puedan comentar y reaccionar a su actividad. En el caso de WhatsApp, sucede casi todo lo contrario.
Los escenarios que pueden ocurrir son diferentes; no obstante, lo usual es que se dé de baja el número de teléfono de la persona fallecida, por lo que este acabará reciclándose y activándose para otro usuario. Dicho esto, cuando alguien más active ese mismo número, la cuenta anterior desaparecerá.
Por otro lado, tras 120 días de inactividad, es decir, cuatro meses, la cuenta de la persona fallecida se eliminará automáticamente. Sin embargo, la copia de seguridad local en el dispositivo móvil seguirá ahí, por lo que se podrían recuperar los mensajes y archivos de la aplicación antes de que se registe un nuevo número.
En caso se desee mantener activa la cuenta de WhatsApp de un familiar o amigo que ha partido de este mundo, por el motivo que sea, la solución es fácil: alguien tendrá que conectarse por lo menos una vez cada cuatro meses para evitar que esta sea borrada automáticamente. Si bien no es necesario estar disponible en todo momento, cabe mencionar que a esto se le suma la tarea de asegurarse de que la SIM siga activa.
Existe la alternativa de dar de baja la cuenta de una persona fallecida antes de que se cumplan los cuatro meses de inactividad. Para esto, tienes dos opciones: