Quién lo diría. Si bien Windows 11 ha sido uno de los pasos más transgresores en la evolución de la interfaz de usuario del sistema, esto no ha llegado sin sacrificios para los usuarios. Desde que se anunció el OS en junio de este año, muchos han hablado abiertamente sobre la inconveniencia de obtener un hardware nuevo para instalarlo, todo debido a los requisitos mínimos. Ahora, es el propio Greg Lavender, el propio CTO de Intel, quien ha vivido el obstáculo en carne propia.
Lavender llegó a Intel de la mano del propio Pat Gelsinger, quien regresó como CEO a la compañía de California a inicios de 2021. Gracias a este hecho, el portal VentureBeat le hizo una entrevista reciente para preguntarle algunas de sus opiniones sobre los avances del sector.
Lo sorprendente de la sesión de preguntas fue cuando el tema llegó al inevitable punto de Windows 11, que se perfila como el sistema operativo del futuro, al menos para la gran mayoría de computadoras personales en el mundo.
Al ser consultado sobre si está satisfecho con las últimas novedades (y requerimientos) que ha traído el sistema operativo, Lavender opinó sobre la tecnología TPM, una de las características obligadas que todo usuario debe tener en su placa madre para instalar el OS de Microsoft.
Sin embargo, la respuesta de Lavender fue tibia y se refirió rápidamente a una experiencia personal: “Tengo un viejo Intel NUC (línea de PCs compactos) que uso para programar. Intenté actualizarlo a Windows 11 y me ha dicho que necesito comprar un equipo nuevo porque no cuenta con el Módulo de Plataforma Segura (TPM)”.
“Le pregunté a mis colegas cuándo saldrá el próximo modelo NUC. No quiero el que estamos distribuyendo actualmente, sino uno con los nuevos chips. Así que estoy en lista de espera para que me manden una caja beta”, acotó.
Pese a tal requerimiento, la propia Microsoft ha publicado diversas soluciones para instalar Windows 11 en equipos no compatibles y hasta está instalando la herramienta de verificación obligatoriamente en los updates de Windows 10. No cabe duda que el nuevo OS de los de Redmond llama la atención en todo nivel dentro de la industria, pese a que a su antecesor le restan 5 años de vida útil.