Todo tiene un porqué. Si bien Apple fue criticado durante años por tardar demasiado en ponerse al día con respecto a la tecnología de las pantallas en sus teléfonos, hoy por hoy ya podemos decir que tenían una buena razón para hacerlo. El iPhone 13 cuenta con los ansiados 120 Hz adaptativos que, en palabras de muchos analistas, superan a cualquier otro panel en smartphones de Android.
Por ejemplo, el portal Xataka Móvil hace mención expresa de que los 120 Hz en los paneles hechos por Cupertino son superiores en casi todo aspecto a lo que se ve actualmente en cualquier terminal Android.
Según ellos, el panel ProMotion del iPhone 13 y del iPhone 13 Pro Max es más eficiente con la batería y todo es gracias a la forma en que Apple ha tomado en cuenta la tecnología de tasa de refresco.
La propia documentación de Apple explica detalladamente cómo se aprovecha este estándar de una forma algo distinta a lo que se viene acostumbrado en el mercado. En el caso de los iPhone, el propio iOS es el encargado de decidir a qué tasa de refresco se muestra la pantalla, de acuerdo a la situación.
El panel de los iPhone puede funcionar desde los 10 Hz hasta los 120 Hz, pasando por diferentes valores como son (entre paréntesis, el tiempo entre cada iteración de refresco):
Xataka Movil precisa que algunos de estos valores responden a tasas de refresco muy utilizadas en la industria para diferentes experiencia, como por ejemplo el cine. De esta manera, el iPhone 13 puede autoconfigurarse para reproducir películas de Netflix en 24 FPS y con la tasa adecuada. Esto permite un ahorro de energía particular.
Lo mismo ocurre en diferentes situaciones. Por ejemplo, si no solemos jugar mucho, es probable que el iPhone corra la mayor parte del tiempo en 60 Hz o incluso a cifras menores. Esto destaca como solución de ingeniería porque evita que las apps tengan errores respecto a la tasa de refresco que deban ejecutar, ya que es es el propio sistema operativo el que decide.
En Android, la historia es muy distinta, ya que todo está más descentralizado y son los propios desarrolladores quienes deciden la tasa de refresco adecuada. Es más, Google ofrece una API oficial que les permite a los devs programar sus valores, pero no dependerá de la propia Android. Si una tasa de Hz no está disponible, los valores oscilarán entre los conocidos 60 Hz o 120 Hz.