El Fitbit Sense llegó hace unos meses a nuestro país como el smartwatch más avanzado de la compañía dentro de su línea de dispositivos de seguimiento de la salud y la actividad física. En La República tuvimos la oportunidad de probarlo y en esta reseña analizamos sus características y rendimiento.
Gracias a su conjunto de funciones avanzadas, este reloj inteligente es capaz de examinar y registrar en tiempo real diferentes parámetros, como la frecuencia cardiaca, los niveles de oxígeno en sangre, el estrés, el ciclo del sueño y la temperatura corporal.
Como lo detallamos en el unboxing, en la caja del Fitbit Sense podemos encontrar un cable de carga magnético con entrada USB (color negro), una correa de tamaño pequeño, una correa grande adicional y un manual con información del producto.
Todos los elementos que incluye la caja del Fitbit Sense. Foto: Carol Larrain
Especificaciones técnicas | |
Pantalla | Panel AMOLED de 1,58 pulgadas |
Dimensiones de la caja | Tamaño: 40,5 mm Grosor: 12,35 mm Peso: 45,9 gramos |
Material de la caja | Aluminio inoxidable pulido |
Material de la correa | Elastómero flexible |
Sistema operativo | Fitbit OS 5.1 |
Resistencia al agua | IP68 Sumergible hasta 50 metros (5 ATM) |
Conectividad | Bluetooth 5, Wi-Fi y NFC |
Para configurar el reloj inteligente y acceder a funciones adicionales, el Fitbit Sense cuenta con una aplicación móvil complementaria que está disponible de forma gratuita para iOS y Android, y es compatible con la mayoría de los smartphones y tablets.
Como primer paso, descarga la app de Fitbit a través de la App Store o Google Play Store. Una vez que esté instalada, inicia sesión en tu cuenta, dirígete a la pestaña Hoy, haz clic en tu imagen de perfil y selecciona la opción Configurar un dispositivo.
A continuación, activa la conexión Bluetooth de tu dispositivo móvil, busca el nombre de Fitbit Sense en la lista de modelos disponibles y pulsa el botón Configurar. A partir de ahí, sigue las instrucciones que aparecerán en pantalla hasta concluir el proceso.
Al finalizar la configuración, ya podrás personalizar los ajustes del reloj y consultar todos tus datos, como el historial de actividad física, fases de sueño, frecuencia cardiaca, niveles de oxígeno en sangre (spO2), temperatura cutánea, ciclo menstrual, estrés, alimentación, consumo de agua, entre otros.
Pasos para emparejar el Fitbit Sense con un dispositivo móvil. Foto: Carol Larrain
El Fitbit Sense incorpora un cuerpo de aluminio inoxidable con resistencia al agua de hasta 50 metros. En este caso, la unidad de prueba que tuve a mi disposición fue el modelo de color dorado que incluye una correa blanco marfil. Por separado, también llegó una correa deportiva con acabado negro y blanco.
Viene equipado con un micrófono y un altavoz que están ubicados al lado derecho del dispositivo. Gracias a ellos, es posible atender llamadas, responder mensajes de texto mediante audios y controlar el asistente virtual directamente desde el reloj inteligente.
El Fitbit Sense tiene una pantalla AMOLED de 1,58 pulgadas. Foto: Carol Larrain
En la parte frontal, integra una pantalla táctil AMOLED de 1,58 pulgadas de tamaño, resolución de 336 x 336 píxeles y protección Corning Gorilla Glass 3. Gracias a la tecnología de visualización que posee, podemos ver sin problemas el contenido de la interfaz a plena luz del día.
En ese aspecto, cuenta con tres niveles de brillo: atenuar, normal y máximo. Si bien este parámetro se puede ajustar manualmente en cualquier momento, el reloj también posee función de brillo automático, que adapta la iluminación de la pantalla según el entorno.
A su vez, el Fitbit Sense dispone de un botón háptico en el lateral izquierdo, con el cual también podremos controlar el smartwatch. Al pulsarlo una vez, se accede a la pantalla principal (formato de reloj). Al pulsarlo dos veces, se abre una ventana de atajos a cuatro aplicaciones o funciones.
De igual manera, este botón se puede personalizar para que active una función específica cuando se mantiene presionado durante dos segundos. Por lo tanto, puede servir como acceso directo a Fitbit Pay, el asistente de voz, la configuración rápida o la aplicación que elijas.
Por último, en la parte interior del Fitbit Sense se encuentra todo el conjunto de sensores y motores, que son los siguientes:
En términos de uso, el Fitbit Sense se siente bastante cómodo al portarlo de forma continua a lo largo del día, así como también durante los entrenamientos. Además, gracias a su certificación de resistencia al agua, podemos utilizarlo en la piscina, la playa, la ducha y más.
No obstante, un punto a considerar es la correa incluida. Tras un uso prologando, esta puede causar irritación a la piel, algo que no suele suceder con otras bandas deportivas. Por ese motivo, la misma compañía recomienda quitarnos el reloj de vez en cuando para darle un descanso a la muñeca.
Asimismo, aconseja mantener esa zona seca y limpia para evitar cualquier enrojecimiento. Si el smartwatch se moja o se empapa de sudor, debes quitártelo y secarlo por completo antes de volver a ponértelo. De todas maneras, lo ideal es limpiar la correa con frecuencia con un producto no jabonoso.
El Fitbit Sense incluye una correa pequeña y grande. Foto: Carol Larrain
El Fitbit Sense ejecuta como sistema operativo la versión de Fitbit OS 5.1, que ofrece una interfaz renovada y más completa. Para navegar a través de todas las funciones y ajustes, podemos hacerlo mediante diferentes gestos táctiles:
El software corre de manera fluida al interactuar con los diferentes apartados, por lo que la experiencia en general se sintió ágil. No obstante, sí percibí ciertos retrasos al abrir aplicaciones, levantar el reloj para activar la pantalla o acceder a las estadísticas.
Con respecto a la personalización de la interfaz, es posible elegir entre una gran variedad de carátulas de reloj, las cuales están disponibles en la tienda de la aplicación móvil. Hay opciones tanto gratuitas como de pago, así como de todas las temáticas inimaginables.
El Fitbit Sense incorpora una batería de polímero de litio que proporciona una autonomía de alrededor de cinco días (con el GPS activado y el monitoreo de los sensores habilitado las 24 horas). No obstante, la duración puede variar según el uso que se le dé al dispositivo.
Por ejemplo, podemos prolongar su tiempo de vida considerablemente al prescindir de ciertas funciones de seguimiento. Además, la pantalla se apaga automáticamente cuando no está en uso, a menos que tengamos habilitada la configuración de pantalla siempre activa.
Para recargarlo de energía, el Fitbit Sense incluye un nuevo cargador magnético que se acopla fácilmente a la parte posterior del reloj. Al tener una entrada USB, se puede conectar tanto a una computadora como a la corriente.
En ese sentido, el tiempo de carga es rápido, ya que el smartwatch tarda aproximadamente una hora en llegar del 0% al 100%. Asimismo, una recarga de solo 12 minutos puede brindar hasta un día de batería, lo que resulta ideal cuando tenemos que salir y estamos ajustados con la hora.