Huawei vuelve a incursionar en otro sector especializado con una nueva línea de parlantes Sound X. Este es, en resumidas cuentas, un dispositivo de audio de alta gama potenciado con la alianza hecha por la firma con Devialet, un importante fabricante de soluciones audiófilas de origen francés.
En La República, tuvimos acceso temporal a uno de los ejemplares de este brilloso y potente aparato. Nuestro análisis, aunque podría extenderse, no busca alejarse de los estándares para el consumidor promedio para una solución que supera ligeramente los 1.000 soles, sea melómano o no. Aquí te dejamos nuestra reseña.
El Huawei Sound X no es un dispositivo wireless. Pese a que su estilo minimalista pueda sugerirlo, sus prestaciones externas y la potencia de su rango dinámico lo dejan claro. Es, con toda seguridad, uno de los altavoces de esta gama más poderosos en el mercado, aunque esto conlleve ciertos sacrificos.
La direccionalidad del sonido señala la primera razón para su acabado curvo y elevante. Se trata de un diseño que recuerda a gritos al popular —pero infamemente criticado— ‘trash can’ de Apple (Mac Pro 2013), por dar un ejemplo conocido.
Su acabado es brilloso, a diferencia del Echo Studio de Amazon, con el que comparte ese enfoque de 360 grados y es mucho más voluptuoso que los Apple Homepod, con los que no se debería comparar mucho debido a marcadas diferencias (alimentación wireless, mayor potencia, etc).
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
El peso es relativo a lo que ofrece en decibeles, con un total de 3,5 kilogramos que se notarán a la hora de trasladarlo, aunque no es demasiado voluptuoso (165 x 203 mm). Por supuesto, no está pensado para llevarlo mucho de aquí para allá, aunque encontrarle un buen lugar será de mayor provecho gracias a sus seis altavoces (tweeters).
Estas seis bocinas estratégicamente colocadas aseguran que la amplitud del audio se distribuya equitativamente hacia alrededor, cubriendo los 360° de manera exacta. El lugar perfecto del Huawei Sound X es, por lo tanto, el centro de una mesa o una habitación. En cuanto al bajo, se apoya con dos subwoofers de gran timbre y claridad.
El rango dinámico de este dispositivo va desde los 40 Hz hasta los 40.000 (o 40 KHz), lo que supera por 20.000 al espectro de un oído humano en edad adulta en promedio.
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
El dispositivo presenta también un procesador MediaTek MT8519 (de cinco núcleos a 1,50 GHz), 512 MB de memoria RAM y 8 GB de almacenamiento interno. También ofrece conectividad Bluetooth 5.0, Wifi de doble banda 802.11b/g/n/ac y tecnología de comunicación en campo cercano (NFC).
Las especificaciones y características internas y externas del Huawei Sound X lo denotan como un dispositivo de calidad por encima de la media y un rendimiento sonoro como mínimo premium. El equipo hace alarde de esto con sus acabados ya mencionados, foco que alcanza su máxima expresión en las ranuras laterales que permiten observar la vibración de los subwoofers. Un deleite sensorial tanto visual como auditivo.
El punto más flojo del Huawei Sound X recae probablemente en las limitaciones de su conectividad. Para conectar al altavoz a alguna biblioteca o servicio de streaming de preferencia, será necesario descargar la aplicación oficial de AI Life (una solución general y necesaria para el ecosistema de la marca).
Es válido precisar que hay ciertas complicaciones con la distribución de software de Huawei, pero nada que limite en ningún sentido la experiencia. En este caso, la app de AI Life debe descargarse preferencialmente desde la tienda oficial de la marca: App Gallery, para evitar problemas de compatibilidad.
El proceso de conectividad es relativamente sencillo con un smartphone, pero requiere de este aditivo de software, además de una simple conexión Bluetooth. No encontramos una solución directa para conectarlo a una laptop u otro aparato similar debido a la ausencia de AI Life (o alguna solución similar) en entornos no móviles. En algunos casos, la conexión Bluetooth es sencilla y directa, pero en otros —como es habitual en métodos tan estandarizados— puede variar.
La buena noticia es que, si queremos evitar complicaciones, podemos recurrir al viejo y confiable cable auxiliar, por ortodoxo que suene. Esta es, en esencia, la última salida necesaria para el Huawei Sound X, cuya potencia no habría desentonado con conexiones más especializadas como entradas analógicas, digitales o simplemente alternativas como el propio Wi-Fi.
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
El detalle mayor de la experiencia de usuario es el pequeño panel táctil ubicado en la parte superior. Esta será el área con la que más interactuaremos del altavoz (además de nuestro dispositivo móvil). Sus alcances son excesivamente minimalistas, puesto que carecen de controles básicos como pausa, reproducir, saltar o adelantar canciones y demás tareas que estarán solo disponibles en nuestro reproductor primario (smartphone, laptop, etc.)
El panel sí cuenta con controles de volumen y una interfaz en forma de aro luminoso que cambia de color. También contamos con un botón para activar el envío de audio y un silenciador. Además, existen comandos y gestos (como mantener presionado el botón de recibir audio para activar el emparejamiento), y su detector de proximidad permite que las luces del mismo se enciendan ni bien acercamos las manos.
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
El dispositivo necesita de la corriente eléctrica en todo momento para funcionar, por lo que soluciones de energía siempre son bienvenidas. Más allá de eso, poco se puede hacer directamente desde el mismo equipo.
Pese a estos límites en la interfaz, no nos hará falta demasiado contacto para notar que el Huawei Sound X no es un buen amigo del polvo ni de los dedos. El diseño de su superficie refleja fácilmente toda partícula y huella dactilar que se postre sobre él, y su pulcro y elegante diseño dificulta el desviar la mirada sobre los mismos. Quizá por ello es que en el paquete viene incluido un paño de fibras para ayudar con su limpieza, que puede ser constante.
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
El polvo también puede ser un problema si no aseguramos una posición privilegiada para el equipo. No solo por razones de estética, sino también de calidad sonora, puesto que el rebote del sonido en una pared variará considerablemente la percepción de las frecuencias en comparación a lo pulcro que suena cuando está colocado sin obstáculos para sus 360 grados, aunque ninguna posición genera una emisión desagradable.
Si seguimos esos prácticos y nada difíciles consejos, el Huawei Sound X es capaz de una claridad envidiable en el sonido a través de todo su rango dinámico. Esto sorprende particularmente en el apartado de bajos, donde la tecnología de Devialet se luce con su diseño acústico “Push Push” que, según mencionan, evita la distorsión de las frecuencias bajas al cancelar las vibraciones de sus dos subwoofers, puesto que están colocados opuestos y en simetría. Esto evita los típicos picos arenosos y nos permite aprovechar un volumen generoso sin preocuparnos.
Aunque la compatibilidad del Huawei Sound X con otros servicios inteligentes como los asistentes personales y otros sistemas para compartir contenido es prácticamente nula fuera de China, ni sus ventajas ni sus debilidades pueden escaparse de la oferta sonora, pese a que la conectividad esté en muchos casos comprometida por el dilema entre las tecnologías estadounidenses.
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
Huawei Sound X análisis y reseña: opulencia técnica de un altavoz estacionario y no portátil
Aun así, fuera de ello, la calidad sonora del Huawei Sound X es excelente. Lo hemos logrado probar con una selección variada de estilos musicales (pre y post loudness war), y en promedio, se alcanzaron niveles que rondaron los 90 dB, aunque mucho dependerá de la compresión y los filtros de la fuente original.
Por supuesto, en este otro aspecto también encontramos limitaciones técnicas, como la incapacidad de enviar audio superior a los 16 bits, pese a que ofrece Hi-Res a 24 bits, aunque solo de manera inalámbrica. Por último, pese a contar con 8 GB de almacenamiento, el equipo no admite el salvaguardado de archivos.
Nuestro puntaje: 8.2