El director del centro de rehabilitación Cristo es Amor, Raúl García Albornoz, declaró ante la policía que ganaba entre 500 y 600 soles quincenales por la actividad. Además admitió que su entidad no contaba con licencia de funcionamiento y que luego de que fuera clausurada temporalmente, él decidió reabrirla a los 3 días sin realizar trámite alguno. García aceptó que no contaba con profesionales como psicólogos o psiquiatras y que todo estaba enrejado con la finalidad de que los internos no escapen. Dijo también que en el momento del incendio habían 56 internos en el centro y que las personas que los cuidaban tenían las llaves y salieron.