No era drogadicto ni alcohólico, lo internaron en el centro de rehabilitación ‘Cristo es Amor’ por su adicción a los juegos en línea sin imaginar que moriría asfixiado junto a veintiséis internos más. Durante el velorio, los amigos del adolescente de iniciales J.H.L (16) lamentaron su partida porque se trataba de un chico tranquilo, cuyo único vicio era estar sentado frente a una computadora disputando reñidos torneos de juegos cibernéticos. Sus allegados contaron que J.H.L pedía dinero a su mamá, salía de casa a la hora del almuerzo y no regresaba hasta la madrugada o al día siguiente. Por eso su familia decidió internarlo en ‘Cristo es Amor’ sin saber que estaría hacinado en medio de drogadictos y alcohólicos. Los restos de la víctima fueron enterrados este martes. Cabe señalar que el director del centro de rehabilitación, Raúl García Albornoz, ya se encuentra recluido en un penal de Lima para afrontar el proceso por los delitos de homicidio y exposición de personas al peligro.