Solo en casos extremos podría apelarse al encierro; si no se hace aquello, se estaría incurriendo en un delito, señaló el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) , Luis Pérez Guadalupe , tras el suceso que enlutó a 27 familias en San Juan de Lurigancho. Los encierros, según declaró Pérez Guadalupe, deben ser autorizados por los familiares cuando se trata de enfermos psiquiátricos. En conversaciones con un programa de televisión, el jefe del Inpe señaló también que es muy común que las instituciones de rehabilitación permanezcan en una especie de “cárceles”. “Creo que el tema económico distorsiona. El trabajo de estos centros de rehabilitación tiene que ser terapéutico con profesionales especializados en este tema , antes que ser vistos como un negocio para ganar dinero y tener rentabilidad utilizando a los internos como trabajadores que generen ingresos al centro, pero sin importar si cumplen con el objetivo de rehabilitarse”, dijo. De acuerdo a su experiencia, Pérez Guadalupe señaló que para lograr la autonomía y rehabilitación del interno, no es hacerlo trabajar a favor de la institución que lo acoge. “ Obligarlos a trabajar simplemente por el objetivo económico de sostener la comunidad terapéutica no ayuda a lograr la autonomía y recuperación del paciente . El mayor valor de la persona y que se va forjando en un verdadero centro de rehabilitación para adictos es la libertad”, subrayó. (Con información de Andina).