Dos agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) enfrentan graves acusaciones por presuntamente cobrar una coima y realizar tocamientos indebidos a una mujer. Los hechos ocurrieron en la provincia de Huarochirí la noche del 01 de diciembre y ha generado la indignación de los ciudadanos debido al contexto de violencia en el que nos encontramos.
Los suboficiales Luis Miguel Lago Olivares y Jarlin Dávila Risco, pertenecientes a la Comisaría de San Antonio de Jicamarca, son los implicados en este caso. La denuncia fue presentada por el ciudadano José Yeimis Muñoz Villena, quien asegura que los policías le exigieron S/100 a fin de no llevarlo a la comisaría por conducir presuntamente en estado de ebriedad.
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La denuncia detalla que, tras el pago de la coima, uno de los policías subió al ciudadano al patrullero, mientras que el suboficial Dávila se trasladó al vehículo que conducía el intervenido, donde se encontraba la mujer. En ese momento, Dávila habría realizado tocamientos inapropiados y un beso forzado a la fémina, además de solicitarle que le practicara sexo oral.
La denuncia fue presentada por el intervenido y ya se llevan a cabo las diligencias correspondientes. Foto: Cristina Gálvez
La situación empeoró cuando el agente le pidió su número telefónico y una cita para un encuentro posterior, lo que ha llevado a las autoridades a calificar estos actos como un abuso de poder y una violación a los derechos de la mujer.
La denuncia fue interpuesta en la misma Comisaría de San Antonio de Jicamarca, donde se han iniciado las investigaciones correspondientes por el presunto delito de cohecho pasivo. Ante ello, las autoridades llevan a cabo las investigaciones, pues se compromete la confianza que tiene la población con los efectivos policiales.
De igual forma, el hecho ha suscitado un profundo rechazo entre los ciudadanos, quienes exigen medidas efectivas a fin de evitar una situación como esta.
La cuestionada intervención de los efectivos policiales fue captado por el denunciante. Foto: Cristina Gálvez.
Las imágenes captadas por el intervenido muestran a los efectivos policiales actuando extraño luego de ser increpados por su forma de actuar. Incluso, un agente de seguridad se tiró al suelo y simuló un ataque al corazón luego de ser confrontado por la mujer. Sin embargo, pocos segundos después, se levantó con total normalidad, lo que generó incredulidad entre los presentes. Este incidente ha suscitado críticas sobre la conducta del agente y la seriedad con la que se manejan las denuncias de agresión sexual en la institución.