Maltrato animal. Justina Ticlla enfrenta una difícil situación tras el ataque brutal que sufrió su perro Beto en la parte alta del distrito de Cayma, Arequipa.
El incidente ocurrió el pasado último 14 de septiembre cuando Beto, un can callejero que Justina adoptó, fue encontrado gravemente herido en la cabeza tras haber salido de su hogar.
"Lo encontré moribundo a las 10 de la mañana. No tengo los recursos para costear los tratamientos", comentó Justina, quien se gana la vida vendiendo golosinas en la puerta de un colegio para sostener a sus tres hijos.
El regidor de la Municipalidad Distrital de Cayma, Ivan Cruz, la ayudó a trasladar a Beto a una veterinaria, pero los gastos son elevados. El veterinario le ha informado que las heridas provocadas por un objeto contundente están infectadas y el perro necesita curaciones y medicamentos urgentes.
Felizmente, el objeto con el que se golpeó no llega a fracturar el cráneo. Lo que pensamos que ha pasado es que ha sufrido un golpe con un objeto contundente. Puede ser una piedra o un palo que ha provocado esa ruptura de piel y músculo", manifestó el especialista.
"Esto ha sido el día sábado y al día de hoy (martes) ha empezado una pequeña infección que ya lo hemos tratado. Ahorita ya tiene su medicación
después de su sedación, pero lo que necesita para los días posteriores sí son curaciones diarias, pastillas y tratamiento con
antibióticos y analgésicos", añadió.
Beto, además de ser parte de su familia, fue su protector. Según relató Justina, el noble perro la salvó de ser atacada por delincuentes cuando llegaba a su vivienda en Los Jazmines, Cayma.
Justina pide ayuda para cubrir los gastos veterinarios y hace un llamado a cuidar a los animales de actos crueles. Las personas interesadas en apoyar pueden comunicarse al 918 294 714 a nombre de Pastora Justina Ticlla Quispe.
Vale recordar que de acuerdo al Código Penal, una persona que maltrate cruelmente a un animal puede recibir una pena de hasta tres años.
"El que comete actos de crueldad contra un animal doméstico o un animal silvestre, o los abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, con cien a ciento ochenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el numeral 13 del artículo 36", se señala en el documento de normas.