Shirly Rodríguez, una joven peruana criada por sus abuelos, en Villa María del Triunfo, siempre soñó en convertirse en ingeniera en energía nuclear, a pesar de que esta carrera aún no se ofrece en Perú. Sus abuelos, quienes criaron siete hijos y a sus nietos, le inculcaron desde pequeña el valor de la educación como motor para alcanzar sus metas, lo que la llevó a postular a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Sin embargo, no lograr ingresar a dicha universidad dejó a Shirly en un limbo, sin saber qué camino seguir. Justo cuando parecía que sus sueños se desvanecían, una llamada inesperada de su madre, quien vivía en Estados Unidos, ya que había emigrado años atrás, le ofreció una oportunidad que cambiaría su vida para siempre.
Shirly en el laboratorio subterráneo HADES, en Belgian Nuclear Research Centre. Foto: Shirly Rodríguez/LinkedIn
Shirly Rodríguez tenía solo 13 años cuando, en una de sus clases escolares, su profesor de matemáticas, William Samaniego, despertó en ella una pasión que definiría su futuro. Durante una lección sobre el núcleo del átomo, Samaniego explicó el poder inmenso que reside en esa pequeña partícula y cómo se podría aprovechar para generar energía. Desde entonces, Shirly quedó fascinada por el potencial de la energía nuclear.
La niñez de Shirly estuvo marcada por la oscuridad literal y figurativa, ya que creció en un Perú asolado por el terrorismo, donde la falta de electricidad en su hogar la obligaba a hacer las tareas a la luz de las velas. Fue en ese momento, mientras reflexionaba sobre la lección de su profesor, que pensó: "Si tenemos energía nuclear, ya no voy a hacer mi tarea con velas, voy a tener energía". Así, comprendió que su destino era convertirse en ingeniera nuclear, un sueño que persigue con determinación hasta el día de hoy.
Shirly en la COP28 UAE 2023, en Dubai. Foto: Shirly Rodríguez/LinkedIn
A pesar de su pasión por la energía nuclear, Shirly Rodríguez se encontró con un obstáculo al descubrir que la carrera de ingeniería nuclear no se ofrecía en la UNI. Decidida a seguir un camino afín, postuló a ingeniería química, pero no logró ingresar.
Este revés, lejos de desanimarla, marcó el inicio de un destino diferente, sugiriendo que su futuro no estaba en Perú, sino en un lugar donde sus aspiraciones pudieran florecer plenamente.
Shirly en la COP28 UAE 2023. Foto: Shirly Rodríguez/LinkedIn
A los 21 años, sin estudios universitarios ni un trabajo fijo en Perú, Shirly Rodríguez realizaba diversos oficios como apoyo en un casino, asistente de profesora y locutora en una radio local. Su madre, desde Estados Unidos, le dio un ultimátum para que viajara al país norteamericano en busca de un mejor futuro.
Al llegar, sin saber inglés, enfrentó grandes dificultades para conseguir empleo, lo que la llevó a trabajar como lavaplatos, cajera, 'dispatcher' y hasta en una orquesta de salsa.
El profesor Montoya entrevistando a Shirly Rodríguez. Foto: captura de pantalla/Modesto Montoya/YouTube
Con la duda de poder estudiar o no en Estados Unidos, Shirly Rodríguez se animó a aplicar a una institución pública americana. Gracias su esfuerzo constante y a la residencia que su mamá tenía en el país del norte, fue aceptada en la Universidad de Florida, en la carrera de ingeniería nuclear.
Comprender las clases le costó demasiado, dado que no dominaba bien el inglés, así que su esfuerzo era el 200%, el cual le permitió aprender la lengua autodidacta y por medio de conversaciones, escuchando música.
Pronto llega a Perú para realizar una conferencia. Foto: Shirly Rodríguez/LinkedIn
Al terminar su pregrado en la Universidad de Florida, en esta misma casa de estudios se animó a estudiar también la maestría. Estos grados le ha permitido hoy conseguir una gran oferta en la Secretaría de Energía de Estados Unidos, en Washington.