El lugar más profundo del Perú, está situado en una región desértica al noroeste del país y alberga una depresión notable tanto por su profundidad geográfica como por su relevancia en el comercio regional y el acceso a rutas marítimas. A tan solo 40 kilómetros de un puerto significativo, ha sido el escenario de hallazgos paleontológicos que evidencian una rica historia marina.
PUEDES VER: Conoce dónde está ubicado el 'Chernóbil limeño': es la zona más contaminada de la capital
La depresión de Bayóvar se ubica al noroeste de Perú, específicamente al sur del río Piura, en el desierto de Sechura. Este lugar, el más bajo del país a 37 metros bajo el nivel del mar, se sitúa cerca de importantes rutas comerciales debido a su proximidad de 40 kilómetros al puerto de Bayóvar. Esta posición es relevante no solo por su profundidad geográfica, sino también por su influencia en el comercio regional y acceso a rutas marítimas.
La primera vez que apareció La Niña, alcanzó 300 kilómetros de largo por unos 40 kilómetros de ancho. Foto: Facebook/ Noticias Piura
PUEDES VER: Conoce al genio peruano que a los 3 años fue considerado más inteligente que Albert Einstein e Isaac Newton
Los hallazgos han sido extraordinarios, especialmente los fósiles de tiburones prehistóricos que muestran que esta área fue parte de un antiguo fondo marino hace más de dos millones de años. Estos descubrimientos sugieren una conexión histórica con el océano y proporcionan un registro fósil valioso que ayuda a entender las transiciones geológicas y ambientales en la región a lo largo de los milenios.
Hasta el final del siglo XX, la Carta Geológica Nacional identificaba a la depresión de Bayóvar como parte seca del desierto. Pero, en 1998, debido a una temporada de intensas lluvias asociadas al fenómeno de El Niño, la región experimentó inundaciones que resultaron en la formación de una nueva laguna, a la que se llamó La Niña.
PUEDES VER: Esta universidad de PERÚ superó a la UNI y UNMSM como la mejor en reputación académica, según ranking 2024
Este ciclo natural de inundaciones y secado ha generado un entorno único que sostiene la biodiversidad en diversas temporadas, expandiéndose considerablemente durante los meses más húmedos. En cada verano, especialmente en marzo, la laguna La Niña logra cubrir una extensión de 200 km² y se reduce a 60 km² al final de la temporada seca, en noviembre.
Investigaciones realizadas por la Universidad Alas Peruanas han dado a conocer que el bosque de algarrobos que rodea la laguna es el resultado de un interesante proceso biológico. Después de consumir y digerir las semillas de algarrobo, la fauna local las deposita en un suelo fértil donde pueden germinar y crecer. Este proceso, conocido como endozoocoria, resulta crucial para la dispersión de muchas especies de plantas en ambientes áridos y ocurre de manera natural en la depresión de Bayóvar.
“En la actualidad, este proceso se realiza en laboratorios para siembra controlada y planificada; pero en este caso, la siembra se verificó en condiciones naturales”, indicaron.