Luego de más de 10 años de haber sido propuesto, Proinversión adjudicó ayer la buena pro del futuro anillo vial periférico a un consorcio español que lleva el mismo nombre y que está conformado por las empresas Cintra, Acciona y Sacyr. Este se encargará del diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento del proyecto que conectará 12 distritos de Lima y Callao a través de una autopista de 34.8 kilómetros que buscará aliviar, sobre todo, el transporte de carga pesada.
La adjudicación fue directa luego de que no se presentara una tercera empresa interesada, además del proponente.
Proinversión detalló que las obras del anillo vial periférico, que tendrá además dos túneles dobles, 11 viaductos y tres peajes troncales, tomarán 9 años y medio; es decir, hasta el 2034, y se ejecutarán en tres tramos.
El primero será de 8.7 km, entre el óvalo 200 millas y el óvalo Naranjal, en la Panamericana Norte, pasando por Independencia, Los Olivos, SMP y Callao. El segundo será de 15.1 km, entre Naranjal y la av. Ramiro Prialé, cruzando por Comas, SJL y Chosica. Y el tercero será de 11 km, desde el último punto hasta Circunvalación, pasando por El Agustino, Ate, Santa Anita, La Molina y San Luis.
En toda su ruta, el anillo vial interconectará a los usuarios con las Panamericanas, la Carretera Central y mejorará el transporte logístico del puerto del Callao, el aeropuerto Jorge Chávez y el puerto del Chancay.
“También se unirá con la Línea 1 y 2 del Metro, con el ramal de la Línea 4, el Metropolitano y el futuro teleférico SJL–Independencia”, dijo el ministro de Transportes, Raúl Pérez-Reyes.
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“El proyecto, mediante Asociación Público-Privada (APP), tendrá un costo de US$3.400 millones y el plazo de concesión será de 30 años. Este es un caso concreto del inicio de la reactivación económica”, afirmó el premier Gustavo Adrianzén.
El ministro de Economía, José Arista, dijo que la obra “tendrá un impacto importante del 2,5% del PBI y reducirá en 13% la brecha de infraestructura”.
A la par de estas declaraciones, un grupo de vecinos de Independencia, SJL, Ate y La Molina, cuyos predios están en la ruta del proyecto, realizaron una plantón afuera del edificio de PetroPerú, en San Isidro, donde se entregó la buena pro.
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“Estamos en contra del trazado de este proyecto desfasado, concebido hace 30 años cuando era otra la ciudad. Nadie defiende nuestro derecho de vivienda”, dijo un afectado.
Para la construcción del anillo vial se deben liberar 2.465 predios y 528 vías en los tres tramos.
Hasta enero se habían adquirido 168 predios del tramo 2 (el más grande), de los cuales 118 estaban en poder del Estado, según Proinversión.
Solo la liberación de predios demorará 2 años y medio en los tramos 1 y 3. En el otro, seis años. Que no haya demoras.
Plantón. Vecinos afectados protestaron contra el proyecto. Foto: difusión.