En la cuadra 12 de la avenida Dos de Mayo, ubicada en el distrito de Miraflores, un trabajador de reciclaje descubrió una granada de la época de la Segunda Guerra Mundial, dentro de una bolsa de residuos. La alerta fue inmediata: tras informar a un residente cercano del lugar, la Policía Nacional del Perú fue notificada para atender la situación.
La tensión invadió la zona del distrito limeño, especialmente tras notar que el artefacto, desprovisto de su mecanismo de seguridad, parecía estar activo y con riesgo de detonar en cualquier instante.
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La policía identificó el artefacto como una granada defensiva, la cual habría sido fabricada en Estados Unidos, en 1935. Gracias a la cuidadosa y meticulosa intervención de la unidad UDEX, el explosivo se aseguró en un contenedor lleno de arena y se trasladó a un área segura.
Las autoridades están ahora en proceso de investigar cómo terminó la granada en la vía pública, por lo que recurrirán a las cámaras de seguridad del sector como herramientas clave en la investigación. Hasta el momento, se ha eliminado la posibilidad de que el incidente esté relacionado con intentos de extorsión a los comerciantes locales.
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Durante un operativo de la Policía Nacional, que se llevó a cabo en el distrito de San Juan de Miraflores, se descubrió un escondite utilizado por una peligrosa organización criminal dedicada a la extorsión y al cobro de cupos a trabajadoras sexuales. La incursión de los agentes se vio interrumpida por la detonación de una granada de guerra, hecho que provocó dos fallecidos y ocho heridos. Uno de los que perdieron la vida fue identificado como Carlos Enrique Escobar Álvarez, de nacionalidad venezolana.
Tras lo sucedido, efectivos de la Policía Nacional ingresaron a la morada, un edificio de cuatro pisos, y encontraron un arsenal de materiales ilegales, que incluían cartuchos de bala y estupefacientes. Este hallazgo confirma la peligrosidad y la magnitud de las actividades delictivas que se desarrollaban en la zona.
Los vecinos aseguran que dentro del inmueble había un aproximado de 20 residentes, entre adultos y menores de edad, pero solo algunos resultaron heridos. Por otro lado, se tiene registro de que la banda criminal estaría conformada por personas de nacionalidad venezolana y justamente uno de los fallecidos sería el cabecilla.
Se espera que la dueña de la propiedad, cuya identidad aún no ha sido revelada, colabore con las autoridades proporcionando información acerca de quiénes alquilaban su casa. Este testimonio podría arrojar luz sobre la identidad y la organización de los criminales que utilizaban la vivienda como centro de operaciones.
Entre los heridos se encuentran Alfredo José Rodríguez Moreno, Manuel Vitale Rodríguez, Daniel Solís del Toro, Mailin Adriana Morales Bermúdez, Daylin Rodríguez del Valle Mejía y Ángel David Rodríguez León, quienes sufrieron múltiples heridas a causa de la explosión. Lamentablemente, una de las víctimas, identificada como María Ángel Díaz Castillo, llegó sin signos vitales al hospital.