En las últimas horas, la violencia volvió a aterrar a los limeños. En el Rímac, una comerciante fue victimada al parecer por sicarios vinculados al sistema ilegal de préstamos gota a gota, mientras que en Santa Anita un presunto ajuste de cuentas terminó en una balacera donde murieron tres personas.
Mary Isabel Astocochado Santa Cruz (36) se encontraba en su puesto del mercado Perú al Futuro cuando dos sujetos a bordo de una moto entraron y le dispararon cuatro balazos a quemarropa.
Tras el ataque, la pareja de la víctima intentó auxiliarla, pero la comerciante murió en sus brazos cuando la trasladaba a un hospital.
Los vendedores del mercado aseguraron que Astocochado venía recibiendo amenazas, e incluso fue ‘visitada’ por los asesinos horas antes de que terminaran con su vida.
“En la mañana llegaron sujetos con acento colombiano, vestían chalecos naranja. Se acercaron, le pidieron lo que les debía, pero al parecer ella no pago, entonces le dijeron: “¿no vas a pagar?, entonces vas a ver lo que te va a pasar”, detalló uno de los testigos.
Entre tanto, un grupo de policías especializados en crimen organizado investiga el asesinato de tres personas ocurrido el viernes en Santa Anita.
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Las autoridades confirmaron que las víctimas se encontraban en la vía pública, bebiendo licor, cuando llegaron los pistoleros que dispararon indiscriminadamente.
Dos de las víctimas, Ángelo Andrés Acuña Champi y Carlos Daniel Ceras Chente, fallecieron en el lugar, mientras que Brando Távara Quiroz fue trasladado al hospital Hipólito Unanue donde los médicos solo confirmaron su deceso.
Al parecer, el triple crimen ocurrido en el cruce de la avenida Encalada y la calle Los Aymaras obedecería a un presunto ajuste de cuentas. De acuerdo con las autoridades, Ángelo Acuña purgó condena por robo agravado en el 2018.
“Mi hijo nunca me comentó que tenía problemas con alguien”, dijo Ernesto Ceras, padre Carlos Daniel.
Cifras. Más de 2.600 homicidios fueron cometidos en el país entre el 2022-2023, según el Sinadef.
Ajuste. Las bandas criminales que operan en Lima se disputan el control territorial por la trata y la extorsión.