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Sociedad

Casos de violencia sexual contra menores se eleva en Puno

Peligro. Cifra de denuncias que se han recibido este año supera a las de 2022. Asimismo, se ha tenido casos de embarazos. Programa Aurora busca con charlas en colegios que población estudiantil sepa identificar este delito.


Pedido. Población exige cuidado de menores de edad. Cifra de ataque sexuales a estos se han elevado en Puno. Foto: La República

En lo que va del año, en el Perú más de 16 mil niñas, niños y adolescentes han sufrido algún tipo de violencia sexual, y más de 6 mil niñas y adolescentes han sido abusados sexualmente. Este tipo de agresiones van en aumento en los últimos cinco años. La región Puno no es ajena a esa realidad.

Según la Defensoría del Pueblo, la población de 0 a 14 años, es la más vulnerable a sufrir algún tipo de violencia sexual (acoso, tocamientos, actos contra el pudor, violaciones sexuales y otros).

El programa Aurora, a través de sus Centros de Emergencia Mujer (CEM), entre enero a setiembre, han registrado 3.293 casos de violencia en el departamento de Puno. De ellos, 296 son de tipo sexual contra niñas, niños y adolescentes, y 149 corresponden exclusivamente a violaciones sexuales.

El jefe regional del programa Aurora en Puno, Yuri Mamani Hanco, explica que con relación al año pasado, los casos de agresión sexual en menores de edad han crecido de 289 a 296, pero en lo que refiere propiamente a violaciones sexuales hay un descenso de 168 a 149.

Los estudios multisectoriales revelan que el mayor riesgo para los menores está en su entorno más cercano como la familia y sus centros educativos. Se ha probado que mayormente los agresores sexuales son sus padrastros, medios hermanos, primos y, en algunos casos, sus profesores.

La coordinadora regional del Movimiento Manuela Ramos en Puno, Maritza Mendoza, recuerda que un tipo de violencia, también es normalizar la convivencia con menores y el matrimonio infantil, el que está prohibido en la legislación Peruana.

Violaciones y embarazos

De acuerdo al Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis), hasta marzo de este año se han reportado 40 embarazos en adolescentes en la región Puno. En el 2022 se registró a 502 gestantes, y la cifra más alta en los últimos 10 años es la del 2016, con 614 casos.

Sin embargo, hay dos casos que revelan la crudeza de las violaciones sexuales que resultaron en embarazos. En abril, una niña de 12 años dio a luz, producto de una violación que sufrió en el distrito de Capachica. El vejamen involucraría a su tío de 39 años, su primo de 17 y otro menor de edad.

El caso tal vez habría pasado desapercibido, si es que a menor no hubiese perdido al bebé por complicaciones en el parto. Sus familiares denunciaron que no hubo una debida diligencia por parte del Ministerio Público que permitió la fuga de los presuntos agresores.

La semana pasada se conoció del caso de una menor de 13 años con retardo mental, que fue violada y embarazada por un familiar. El hecho ocurrió en Macusani (Carabaya), donde una junta médica del hospital San Martín de Porres ha solicitado que se le practique un aborto terapéutico.

El jefe de la Oficina Defensorial de Puno, Jacinto Ticona Huamán, informó que la adolescente tiene casi 17 semanas de gestación, y según los especialistas su condición no es la más favorable para concebir.

Bajo ese análisis, el programa Aurora ha tomado como aliado estratégico a la comunidad educativa. Yuri Mamani explica que se ha diseñado intervenciones con la población estudiantil para que sepan identificar este delito, no toleren estos actos de violencia y los denuncien.

Menores pueden denunciar

  • El representante de la Defensoría del Pueblo en Puno, Jacinto Ticona, señaló que las comisarías y fiscalías están obligadas a recibir las denuncias de los niños, aun sin una persona mayor.
  • Entretanto, el jefe del programa Aurora, Yuri Mamani, destaca la prioridad de que en Puno se implemente el Sistema Nacional Especializado de Justicia (SNEJ), como en que Arequipa y Cusco. Ello significa contar con fiscalías, juzgados y policías especializados en temas de violencia. “Los casos de violencia todavía las llevan las fiscalías penales. Necesitamos especializar a los fiscales para que los casos se aceleren, a veces limitado por la carga procesal”.