La directora de la Sub Región de Salud Luciano Castillo Colonna de Sullana (Piura), Zoila Masías Meca, se encuentra bajo investigación de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Sullana por presunta malversación de fondos en el Hospital de Apoyo II-2. La funcionaria enfrenta acusaciones de peculado doloso, alegando que cobró ilegítimamente una suma de dinero mientras ejercía sus labores en el mencionado hospital.
La investigación gira en torno a una denuncia formal presentada ante el Ministerio Público por un empleado del nosocomio de Sullana. De acuerdo con la denuncia, la médica habría solicitado una licencia sin goce de remuneraciones en el Hospital II-2 de Sullana, para posteriormente trabajar en el Hospital de EsSalud de Piura, donde ocupó un cargo de confianza.
Sin embargo, a su regreso al Hospital de Sullana, la directora habría solicitado un período de vacaciones por un lapso de dos meses. Durante su ausencia, según la denuncia presentada, habría recibido remuneraciones financiadas con fondos públicos por un total de S/13,286.00, a pesar de que, según se argumenta, no le correspondían dichos pagos.
La Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Sullana anunció el inicio de la investigación y la recopilación de evidencias para esclarecer los hechos y determinar si la directora de la Sub Región de Salud "Luciano Castillo Colonna" es culpable de los cargos que se le imputan.
Esta no es la única investigación por algún caso de corrupción en la entidad del Gobierno Regional. En octubre del 2022, la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Sullana intervino al funcionario Francisco Lozano Ramos, de la Dirección de Regulación y Fiscalización Sanitaria (DIRFIS) de la Subregión de Salud Luciano Castillo Colonna, a quien le encontraron 2.000 soles que presuntamente habría solicitado a un empresario.
En una intervención conjunta con la Policía Anticorrupción las autoridades de justicia lograron la captura en flagrancia del funcionario a quien se le incautó el dinero, el cual había sido registrado previamente con reactivo y fotocopiados. El intervenido arrojó los billetes al suelo al ver a las autoridades policiales.