En el silencio de la noche, Kiarina Morón Roca (30) escuchó un disparo. Pero no le extrañó. En la zona de Nuestra Señora de Guadalupe, en San Juan de Miraflores, los tiros son habituales. Minutos después, la mujer oyó un ruido cerca de su casa. Se acercó para ver qué pasaba y vio a su hermano Omar, desesperado, quien le comunicó que habían baleado a su esposo.
Ella corrió al cruce de la avenida Miguel Iglesias con el jirón Manuel Pasos y lo vio aún con signos vitales. Pidió ayuda de un patrullero y lo condujeron al hospital María Auxiliadora, pero el médico Marcial Bernuy solo confirmó lo que temía: “Llegó cadáver”.
Para Kiarina los asesinos habrían actuado por venganza. Alejandro Víctor Domínguez Berrospi, de 33 años, natural de Huánuco, había salido de su casa a comprar comida para cenar.
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Ya era el filo de la medianoche y el barrio estaba a oscuras. “Mi esposo sabía que esta zona es peligrosa, pero igual salió porque estaba con hambre”, contó. Cuando volvía, en la esquina indicada —cerca de su casa— se cruzó con los homicidas. Allí lo balearon.
Kiarina hizo otra revelación que ahora es una de las principales líneas de investigación. Aseguró que habían amenazado de muerte a su pareja por defender a su hermano Bruce Domínguez, quien había sido atacado por parte de los familiares de una mujer identificada como Allison Polanco. Ella será citada a declarar.
Otro hecho que conmociona ocurrió en San Juan de Lurigancho donde Angye Lesly Postillón Delgado (28) fue mortalmente herida de un balazo en la cabeza por resistirse a un asalto y robo.
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La joven, quien vive en El Agustino, se encontraba a la altura de la intersección de la avenida Circunvalación con la cuadra 7 de la avenida Central, zona de Mariscal Cáceres, cuando fue interceptada por dos sujetos armados.
Estos trataron de despojarle de su celular y sus otras pertenencias de valor, pero Angye opuso Resistencia. Uno de los hampones le disparó en la cabeza.
Renzo Alberto Armas Córdova (26), quien es familiar de la víctima y estaba por ingresar a su casa, fue quien la condujo en una ambulancia al hospital Dos de Mayo. Al cierre de este informe, la joven se debatía entre la vida y la muerte. Todo por un celular.