En Juliaca es bien conocida una frase: “Hasta las piedras se venden”. Esta se encuentra relacionada con una tradicional costumbre que se replica cada 1 de agosto en conmemoración a la Pachamama. Dicha fecha es muy importante en el altiplano y engloba otras actividades, como la popular challa y los baños espirituales.
Agosto es muy importante en Puno porque es considerado como el mes de la abundancia: se realizan los preparativos para la actividad agrícola. El 1 de agosto marca el inicio de dichas actividades que se replican incluso desde antes de la colonia. El objetivo es conmemorar a la Pachamama o Madre Tierra.
De esta forma, cientos de ciudadanos de Juliaca llegan hasta los ríos Unocolla, Maravillas y Cacachi en busca de fortuna. Los creyentes recogen estas piedras cada 1 de agosto y luego participan en la challa, en las orillas de los ríos, con sahumerio, vino y cerveza negra. Otros realizan la challa en sus viviendas.
De acuerdo con el historiador Hugo Didi Apaza, “cada piedrita simboliza riqueza” en Juliaca. Por eso, los ciudadanos de esta localidad llegan a los ríos en la búsqueda de piedras planas, que significan en un futuro "mucha abundancia".
Con el paso del tiempo, aparecieron ambulantes que venden estas piedras planas y, con ellas, sus familias pueden generar ingresos extras de dicha actividad. Por eso se dice que "en Juliaca hasta las piedras se venden". El precio puede variar de acuerdo a la cantidad y tamaño de las piedrecillas. Por ejemplo, las piedras planas y grandes son euros; las medianas, dólares; las más pequeñas serían soles.
Para el 1 de agosto, el río más concurrido es el Unocolla, ubicado a 3 kilómetros de la ciudad de Juliaca, en la vía hacia la provincia de Lampa.
La challa o ch'alla es una práctica aimara que significa rociar. Es realizada en Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Se ejecuta con el objetivo de humedecer el suelo o algún elemento para el que busca protección y más beneficios de fortuna.
Además, consiste en generar una conexión con la Pachamama (Madre Tierra) a modo de agradecimiento. En el campo utilizan otros elementos como serpentina, pétalos, confites, cereales, vino, cerveza, banderines y más.