Las rondas campesinas en Puno son una institución amparada por la ley, que ha cobrado importancia a lo largo del tiempo por actuar en casos donde la justicia estatal estuvo ausente.
“No hay rondero preso por corrupción”, asegura el catedrático de la UNA Puno Vicente Alanoca, en referencia a los integrantes de las rondas campesinas de la región del sur. Asimismo, el experto narró y analizó el trabajo de los ronderos y se refirió a ciertos casos emblemáticos en el Perú.
Alanoca sostiene que el sistema de justicia ronderil en Puno funciona con todas sus limitaciones y tiene una particularidad propia. Aclara que puede haber falencias en el desconocimiento de los derechos fundamentales; pero el Estado y sus instituciones incurren en ello de manera más grave, ya que, actualmente, no responden ante la muerte de tantos ciudadanos en protestas.
Vicente Alanoca, catedrático de la UNA Puno. Foto: Facebook/Vicente Alanoca
“La justicia normal sanciona de frente y se supone que siempre hay una razón (válida o no) del porqué se cometió el delito. En cambio, las rondas observan de una manera holística al ser humano, y llegan a saber por qué se cometió el hecho para poder corregirlo. En las rondas, los principios de la ética y de la moral son fundamentales. Yo no conozco a ningún rondero preso por corrupción como sí los hay desde otras instituciones”, asegura el especialista.
Vicente Alanoca comentó sobre el trabajo que realizan los ronderos del distrito de Ñuñoa, en Melgar. Refiere que, cuando ocurre algún conflicto, los integrantes de las rondas involucran a los jueces, alcaldes y hasta la Policía. Estas autoridades escuchan las demandas de la gente y se resuelve el problema. Lo anterior no tiene costo, nadie puede dudar de que sea un proceso corrupto. Y se garantiza que no se cometan excesos, aclara.
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La cadena ronderil es la máxima sanción de los ronderos. Generalmente, se trata de que deben acompañar a los integrantes de las rondas en sus labores agrícolas, de vigilancia, y demás. El especialista cuenta que pocas veces se ha dado y que ahí es donde hay una verdadera reinserción de quien ha cometido el delito.
Sobre este estremecedor caso registrado en el distrito de Ilave (Puno), Alanoca refirió que se dio de manera bastante compleja; pero que no se trató de integrantes de rondas campesinas. Es más, aclaró que en la zona aimara no se les denomina así. Comentó también que el hecho fue indignante y que, finalmente, fue su propia gente quien lo enfrentó.