El 27 de febrero, Gonzalo Romero Cano fue contratado para trasladar a tres pasajeros en una camioneta desde Bagua Grande (Amazonas) hacia Nueva Cajamarca (San Martín). El viaje solo duraba cinco horas, por lo que decidió llevar a su primo de 17 años. La última imagen de ambos quedó registrada en un grifo del punto de partida. Desde ese momento, su familia inició su búsqueda e incluso ofreció 10.000 soles como recompensa por información de su paradero.
Hace unos días, los pobladores de la comunidad nativa de Bajo Naranjillo encontraron el vehículo de Romero calcinado. Sin embargo, no había ningún dato de sus parientes. El último lunes 6 de marzo, la Policía Nacional halló sus cuerpos con signos de tortura en el centro poblado San Francisco, ubicado en San Martín. De los pasajeros no hay registro, por ello, las autoridades creen que tendrían participación en el crimen.