Cuándo será que Arequipa incorpore a Mario Vargas Llosa en su galería histórica y los arequipeños hablen de él con mucho orgullo.
La última noticia protagonizada por el escritor es trascendental: su ingreso a la Academia de la Lengua Francesa; lo cual le otorga el calificativo inigualable de un "inmortal".
A la talla de Voltaire, Montesquieu, Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Anatole France, Henry Bergson, Francoise Mauriac; por mencionar a brillantes intelectuales que pertenecen a ese privilegiado grupo académico.
Por eso el jueves reciente, Arequipa debió mínimamente festejar por tal acontecimiento; pero qué falta para que los arequipeños adopten al autor de “La ciudad y los perros”.
¿Acaso el equipo de fútbol Melgar, exhibirá en sus camisetas la imagen del galardonado mañana lunes cuando juegue contra Municipal? ¿Y qué gana nuestra ciudad con Vargas Llosa? ¿Qué lo aleja de nosotros? ¿Por qué no está al lado de Melgar, Bustamante y Rivero, García Calderón o Mostajo?
Es cierto que pesa mucho su práctica ideológica liberal, ¿Pero acaso no es cierto que los hombres de las tierras del Misti lucharon por la libertad? Si no, por qué “No en vano se nace al pie de un volcán” (Polar, 1891, p. 33). A propósito, esta frase esconde un gran contenido que se puede apreciar en repetidos acontecimientos que hicieron caer gobiernos tiranos, mediocres y corruptos.
Volvamos a la pregunta inicial. Qué tendrá que ocurrir para que los arequipeños, algún día, instalen en sus mentes a quien, sin lugar a dudas, es el más famoso literato del continente y quien se reclama como hijo de las tierras del Misti. Aquél que hace más cinco décadas se atrevió a preguntar: ¿en qué momento se había jodido el Perú?