El bombero Fernando Velasco Huamán inició su gestión como alcalde de Chorrillos a partir de enero de este 2023, rompiendo así con los 24 años de la administración Miyashiro, la cual estuvo conformada por 21 años del padre (Augusto) y tres del hijo (Sergio).
Uno de los primeros retos que debe afrontar el recién juramentado burgomaestre es el manejo del control y el orden en las playas del distrito, sobre todo, de la emblemática Agua Dulce, uno de los balnearios más concurridos por la ciudadanía limeña durante el verano.
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Precisamente, es en esta popular zona de Chorrillos donde Fernando Velasco tiene planeado construir una de las obras más emblemáticas de su gobierno: el centro comercial turístico Alas de Gaviota.
Según indicó la autoridad edil, el proyecto se empezará a erigir en el mes de junio en la populosa playa. Además, conforma el reordenamiento vial que dará paso a la edificación del primer emporio ubicado al nivel del mar en la ciudad.
Incluso, Velasco afirmó que, para lograr la cimentación del establecimiento comercial, se removería la famosa pileta. “Cuando hablamos de reordenamiento vial, implica que la pileta ya no va a existir, esa pista de entrada a Chorrillos se va a juntar con la de salida y toda esa área de pileta, malecón, para que ahí se pueda construir el centro comercial Alas de Gaviota. Está programado para arrancar la construcción en junio y pueda inaugurarse antes del inicio de temporada de verano de 2024. El espacio que ocupará será entre 7.000 y 8.000 metros cuadrados”, explicó Velasco en diálogo con Correo.
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De acuerdo con el arquitecto y urbanista Augusto Ortiz de Zevallos, el proyecto Alas de Gaviota tendría que ser aprobado por la Autoridad del Proyecto Costa Verde, organismo descentralizado de la Municipalidad de Lima encargado de supervisar el desarrollo integral y sostenido del área.
“En realidad, según la ley, la Costa Verde es patrimonio de toda la ciudad para un fin recreativo. Se debe vigilar que esa ley se cumpla, su encargo es asegurarse de que no haya saturación de tráfico, conflictos, impactos innecesarios, contaminación. El proyecto no sería viable si se cumpliera lo que la ley manda y lo que debería suponer un estudio que tiene impacto vial e impacto ambiental”, expuso en entrevista con La República.
El exasesor de la alcaldía de La Victoria y responsable del proyecto Río Verde considera que, más allá del enfoque económico, el burgomaestre Fernando Velasco tiene la oportunidad de revalorizar el significado histórico y patrimonial de Chorrillos.
“Para qué saturar más con un uso comercial, uno no se va a comprar una camisa a Agua Dulce, esta tiene una vocación de playa, gastronómica, recreativa, de espacio vivo, natural. Ahí al costado está el muelle de pescadores, totalmente desaprovechado, donde uno puede salir a pasear en bote, donde los restaurantes miran hacia una playa de estacionamiento en vez de estar mirando el mar, donde hay gastronomía desaprovechada, donde falta consolidación atractiva”, puntualizó.
Además, el experto resaltó la importancia del Morro Solar, el yacimiento arqueológico Armatambo y otros espacios históricos que perdieron su esencia con el paso del tiempo. “Los primeros pescadores de Lima vivieron usando Agua Dulce como su playa, como su espacio de pesca. En el malecón de Chorrillos quedan espacios interesantes de lo que fue un balneario hermosísimo que se perdió en el incendio de la guerra con Chile y después, en el año 40, en el terremoto”, recordó.
“Chorrillos es una suma de situaciones interesantes, lo que no necesita es un mall comercial, de los que hay en todas partes y que no le daría ningún valor especial. Ojalá el alcalde reformule su propuesta y diga: ‘Voy a crear el gran centro recreativo frente al mar’”, reflexionó.
El magíster y profesor universitario también enfatizó las consecuencias que un complejo de este tipo en Agua Dulce generaría sobre el tráfico en las vías principales del distrito.
“Un centro comercial que suele tener cine, patio de comida, tiene horas pico a cada rato, entonces termina generando saturación, eso ya le pasa a Plaza Lima Sur, pasar delante es un atolladero, no está resuelto, entonces lo que no debe hacerse es acumular más conflicto”, precisó.
Para el especialista, el tráfico se originaría en la avenida Huaylas, la cual tiene una conexión con la Panamericana Sur y con la Costa Verde, que llega ahora hasta el Callao. “El atolladero de Chorrillos va a ser desastroso”, lamentó.
Lo que interesa, según Ortiz de Zevallos, son actividades que no tengan horas punta, que se sumen a la dinámica natural y que fluyan, que tengan vida, pero que no provoquen conflictos constantes.