“Se necesita donantes. Con urgencia, sangre tipo RH negativo”, dice un anuncio muy común a través de redes sociales, pero muy pocos ciudadanos responden ante el llamado de emergencia. Incluso, muchos se preguntan ¿qué es el RH negativo?, ¿es difícil de encontrar?. Perú solo cuenta con una población de 2,2% con este factor, lo cual representa un gran problema al momento de una urgencia.
Aparte, según datos del Ministerio de Salud (Minsa), al 2021, un poco más del 1% de peruanos donaron sangre; es decir, solo 344.112 personas fueron voluntarios. En medio de la baja tasa de donación, cinco personas buscan ayudar a más ciudadanos a encontrar este tipo de factor poco común: el Club RH Negativo.
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22 años de existencia, 6.296 miembros activos y 4.270 donaciones. La historia del Club RH Negativo se remonta al año 1999, cuando Jorge Quiñones, uno de los fundadores, vio una entrevista al médico José Fuentes Rivera, exdirector de la Dirección de Banco de Sangre y Hemoterapia (Pronahebas). “Ahí, él mencionaba lo difícil de conseguir sangre RH negativa y que los RH negativo podíamos estar en contacto”, dijo.
En dicho reportaje, Quiñones encontró un número. Llamó, se inscribió y asistió a una primera reunión en Magdalena del Mar. “Fuimos un total de 20 a 25 personas que tratamos de levantar un club de ayuda para todos”, indicó.
Durante todos estos años, el club tuvo sus períodos de baja. Cambiaron del teléfono al celular. Se inscribieron en Sunat. Armaron una base de datos de todos los donantes y hasta tomaron en cuenta una cuota de 5 soles. “Ahora, continuamos recogiendo inscripciones. Nos entran llamadas a diario de personas que piden con urgencia donantes de RH negativo y esto nos motiva a seguir en este camino”, señaló.
Para donar solo se requiere gozar de buena salud, tener entre 18 a 55 años y tener un peso igual o mayor a 50 kilos.
Claudio Crovetto atiende todos los días las llamadas y/o mensajes que le llegan al celular del Club RH Negativo. No es fácil, los minutos cuentan cuando una vida depende de un donante.
El procedimiento para atender la emergencia es de paso a paso. Cuando suena el teléfono, se recepciona la llamada y ahí empieza la historia. “Primero, la persona pide la emergencia y nosotros estamos dispuestos a darle (un donante). Por ello, pedimos que llenen un formulario de inscripción. En lo que se demore en llenar, nosotros vamos viendo el número de socio de la persona para acelerar el trámite”, indicó.
Con este número, ya se entra a la base de datos para saber qué donantes están disponibles. No obstante, hay dos factores importantes que determinan la rapidez de la atención: el tipo de sangre y la ubicación de la emergencia.
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“Si es B o AB, es más fácil. Pero si es O, es más complicado, porque casi todos (los usuarios) han donado, ahí se tiene que esperar el tiempo de recuperación”, dijo. Además, el grupo toma en cuenta a qué lugar se dará la donación.
“No vamos a mandar a un donante que vive en Surco hasta el hospital Collique, porque significa un gasto adicional y tiempo a dicha persona. Buscamos que se dé facilidades al donante”, agregó.
Cuando se logra encontrar al donante, este va y dona. Un acto de amor que salva una vida. Este procedimiento puede durar hasta dos días o más, ya que depende de si la ayuda es en Lima o regiones.
Tanto Jorge Quiñones como Claudio Crovetto consideran que se debería tener un convenio con el Banco de Sangre para avanzar con la celeridad de la donación.
“Nosotros teníamos un convenio con el Hospital Casimiro Ulloa, donde los donantes podían ir a donar las 24 horas del día y así las personas que requerían ya podían sacar de ahí. Esto se canceló porque el personal mencionaba que se podía poner en riesgo”, acotó Corvetto.
Además, se tuvo reuniones con varias autoridades, pero nunca se obtuvo respuesta. “Nosotros solo queremos que exista un lugar para la donación de RH negativo. Todos los hospitales en el mismo horario y con las mismas reglas, pero esto no se da en la praxis”, sostuvo.
“Hace 36 años tuve un accidente. Yo necesitaba sangre porque mi condición era bastante grave”, cuenta José Luis, donante activo del club. En el año 2000, él se vio envuelto en una emergencia para la cual requirió siete unidades de sangre RH negativo. En medio de las circunstancias, su familia logró conseguir dicha cantidad.
Ante tanta solidaridad, José Luis se sintió en deuda con la sociedad. Su búsqueda de retribución lo llevó al Club RH Negativo. El resto es historia.
“Me pude inscribir e, incluso, pude ir a las reuniones todos los meses. Dono cada vez que puedo (...) Debo llevar más de 60 donaciones en toda mi vida y voy a continuar donando. Me siento altamente satisfecho porque en verdad se salva vidas”, expresó.
Así como José Luis, varios miembros del equipo donan cada 3 o 4 meses. Incluso, él forma parte del ranking del Club.
Si quieres inscribirte, hazlo en este LINK. En caso necesites con urgencia sangre, comunícate al 975 591 548 o a través de mensajes de WhatsApp 998 325 628.