Dos años después de su suspensión por la pandemia y serias denuncias de filtración, el concurso de nombramiento docente tendrá como fechas centrales el 9 y 11 de diciembre próximos. No obstante, este proceso presentará ahora una serie de modificaciones en contenidos, calificaciones y otras disposiciones.
Este concurso, que permite a los maestros titulados ingresar a la Carrera Pública Magisterial y trabajar de manera estable, aún estará conformado por una etapa nacional y otra descentralizada. En la primera, que será en diciembre, se incluye a la mencionada prueba escrita.
Esta última ya no contará con dos subpruebas de razonamiento verbal ni matemático, sino solo una de “habilidades generales” (con 25 preguntas) que no tendrán un puntaje mínimo, como sucedía anteriormente.
Esta se aplicará junto con la subprueba de conocimientos pedagógicos de la especialidad (con 50 preguntas), presente en otros concursos y que sí requerirá de una puntuación mínima.
Dado que esta etapa nacional será clasificatoria, el postulante deberá obtener 110 puntos a más para pasar al siguiente nivel (descentralizado), que mide el desempeño en el aula.
Ahí también hay cambios. Se ha reducido el puntaje máximo en las entrevistas y se ha elevado el destinado a la experiencia profesional de aquellos profesores que han trabajado en colegios de educación básica.
El especialista en legislación magisterial, Manuel Paiba, considera que si bien hay cambios en la prueba escrita, se mantiene lo sustantivo: la necesidad de aprobar para seguir en el concurso. “Es cierto que se intentan cambios en la estructura para ‘lograr mayor nombramiento de profesores’, pero continúan algunas exigencias. Sigue siendo una prueba eliminatoria”, señala el también gestor de la Ley de Reforma Magisterial (LRM).
Sin embargo, agrega que si bien este concurso reconoce los años de experiencia, no lo hace específicamente para los maestros contratados, lo cual había sido un compromiso del ministro de Educación, Rosendo Serna. “No es cierto que haya una norma o un puntaje específico para profesores contratados o que se premie la antigüedad de años de contrato”, detalla Paiba.
Otro punto que llama la atención es que en este concurso “no se considera el doble ingreso”. Esto impediría, para poner un ejemplo, que un docente nombrado de una escuela de educación especial ingrese a una plaza en alternativa o básica regular, lo cual sí está reconocido en la LRM, asegura Paiba.
“Esto es inconstitucional. Sí se puede volver a postular siempre y cuando no colisione el horario y la distancia. Actualmente hay más de 318 docentes con doble cargo por concursos anteriores. Ya se han presentado reclamos y puede llevar a que el concurso se anule”, afirma.
Por su parte, el exministro Idel Vexler señala que existen cambios aceptables; no obstante, es fundamental que los evaluadores y decisores actúen con solvencia técnica ético-moral para seleccionar a docentes.
Las inscripciones culminaron ayer y en noviembre se conocerá la publicación preliminar de las plazas puestas a concurso. Aún el Minedu gestiona que a 40.000 plazas iniciales puedan sumarse otras 41.138.
Esto ha sido planteado a través del proyecto de ley n° 2168 para convertir plazas eventuales (solo para contratos) a orgánicas, el cual tiene el visto bueno de la Comisión de Presupuesto y falta verlo en el Pleno.
El Sutep demanda que se ejecute dicha conversión dado que no implicaría un gasto adicional, al estar presupuestadas. “Esperamos que se llegue a 80 mil plazas. Pedimos que se garantice transparencia y se eviten los actos de corrupción, como la filtración”, dijo el dirigente Alfredo Velásquez.
En diciembre pasado, el Congreso aprobó la anulación del concurso de nombramiento 2021
El concurso actual también está destinado a definir el cuadro de méritos para la contratación 2023-2024