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Sociedad

PJ dicta siete meses de prisión preventiva contra hombre que asesinó y descuartizó a taxista

El Poder Judicial ordenó esta medida contra Giancarlo Paolo Sánchez Suárez (25). El asesino confesó cómo planificó su crimen y sus motivaciones para realizarlo.

larepublica.pe
En un principio Giancarlo Paolo Sánchez Suárez negó la autoría del crimen, pero ante las pruebas presentadas por los agentes terminó por confesar. Foto: PNP

El Poder Judicial dictó siete meses de prisión preventiva contra Giancarlo Paolo Sánchez Suárez (25), quien asesinó y descuartizó a su amigo taxista Gerver Coz Vara (35). Los restos de la víctima se hallaron tanto en Cieneguilla como en la vivienda del acusado. En esa línea, el hombre cumplirá esta condena hasta mayo de 2022.

Vía Justicia TV, el Juzgado declaró fundado el requerimiento de la medida y se impuso este tiempo a Giancarlo Sánchez mientras continúan las investigaciones. Por ahora, se desconoce a qué penal irá y esto lo determinará el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

El investigado fue detenido por los agentes de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri, en San Juan de Miraflores, luego de que estuviera manejando el vehículo del taxista. Según el parte de la Policía Nacional del Perú (PNP), el asesino confesó su crimen tras verse acorralado por las evidencias.

“Sí, yo lo maté, seccioné el cuerpo, lo quemé y arrojé las partes en Cieneguilla. La cabeza la enterré en el patio de mi casa”, dijo. De acuerdo a la pericia psicológica, es una persona con tendencia a la extroversión, con facilidad para entablar relaciones interpersonales y que “busca la aprobación de las personas de su entorno”. No solo eso, ya que trata de mostrar una imagen positiva de él en todo momento.

“Es emocionalmente inestable, es estratégico y planificado en su accionar, buscando obtener control sobre las situaciones. Proyecta baja autoestima, dependencia e impulsividad. Poco expresivo emocionalmente, optando por la constricción de sus afectos como mecanismo de afronte. Denota escasa empatía en su relación con el prójimo, al no evidenciar sentimientos encontrados”, se lee en el documento.

Por último, el estudiante de Medicina Veterinaria aplicó una eutanasia al hombre para dormirlo, pero terminó matándolo. Ante ello, decidió cercenar el cuerpo en pedazos.