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Sociedad

A dos años del feminicidio de Sheyla Torres, su madre sigue peleando por una sentencia justa

La joven tenía 19 años y estudiaba obstetricia hasta que fue asesinada por su expareja. El caso fue manejado por una abogada del Ministerio de la Mujer, quien no habría acompañado el proceso debidamente.

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Madre exige una condena justa para el asesino de su hija | Créditos: Difusión

Sheyla Torres Aguilar era una joven de 19 años que a penas empezaba a vivir. Estudiaba obstetricia y trabajaba para seguir apoyando en casa. “Siempre fue una chica bien responsable”, nos comenta Magaly Aguilar, su madre, quien después de dos años sigue buscando una sentencia justa.

El 14 de marzo del 2018, Romario Aco Rodríguez decidió acabar con la vida de la joven estudiante. Ella había terminado la relación que mantenían desde el colegio y este no lo aceptaba. Una regla básica del machismo perpetuado, “si no es mía, no es de nadie".

El proceso legal en búsqueda de justicia sería largo y engorroso, pero su madre no descansaría hasta que el culpable pagara por el crimen. Es por ello que, viéndose limitada por su situación económica, decide acudir al Ministerio de la Mujer para solicitar apoyo.

La institución le proporcionó una abogada quien asumiría su defensa, y a través del Centro de Emergencia Mujer (CEM) de Año Nuevo, en Comas, la contactan con Maribel Aranibar. Lamentablemente, la letrada no llevaría el caso como es debido, pues según lo manifestado, siempre estaba ausente.

Madre exige una condena justa para el asesino de su hija | Créditos: Difusión

“La abogada ni siquiera asistió a la lectura de sentencia. Yo pensé que como era del Ministerio de la Mujer ella iba a ayudarme. Fue algo absurdo. Ella me decía incluso “ya su casito me tiene hasta aquí señora” porque yo le reclamaba o llamaba a la central (del CEM)", indicó la madre de la víctima.

Finalmente, y después de que el asesino se acogiera a la confesión sincera y apelara la sentencia, fue condenado a solo 15 años de prisión efectiva. Esto debido a que no se tomó en cuenta como agravante la violación sexual previa al feminicidio. Irregularidades que posiblemente pudieron evitarse.

Hoy, después de dos años de una incansable lucha, la señora Aguilar solicita que se reabra el caso y que le den una condena ejemplar a quien acabó con la vida de su hija. “Si no pueden darle cadena perpetua, que al menos le den 25 años, o 30 años. Con esta sentencia él saldrá en libertad a los 34 años y mi hija cómo quedó, ella ya no existe, ya no está. Ella estudiaba obstetricia, era una buena estudiante y emprendedora”, cuenta con la voz quebrada.

Ella para un momento, y ya sin poder contener las lágrimas agrega: “No quiero que quede en el olvido, no porque pase uno o dos años eso debe quedar así. Nosotras, las madres, somos las que realmente padecemos ese vacío. Yo tengo 4 hijos, siempre desde chiquitos les decía: yo tengo dos brazos, dos piernas, y como son cuatro, uno de cada uno. Si algún día uno me falta, me va a faltar un brazo o una pierna, no estaré completa”.