Venciendo barreras. José Rosas, Juan Antonio Torres y Alejandro Linares fueron diagnosticados dentro del espectro autista y, pese a la falta de oportunidades y la indiferencia social que existe en el país, han logrado el éxito profesional.,José Rosas camina en medio del desierto de Paracas, en Ica, alistando un parapente para tomar vuelo junto a Clara, una turista que un tanto nerviosa se ríe de los chistes que hace José para hacerla sentir segura. "Este no es un vuelo de adrenalina, sino de belleza", le dice él. PUEDES VER: Niño con trastorno autista publica su primer libro de cuentos José Rosas es un hombre de 56 años, dueño de una empresa de turismo en Paracas, que no siempre ha tenido una relación cordial con su entorno. De niño sufrió bullying y a los trece años pensó en suicidarse porque no le encontraba sentido a la vida. "Lo único que hacía todo el mundo era regañarme, insultarme, tratarme mal. No tenía amigos. No entendía por qué", recuerda con su casco puesto. Diagnóstico tardío Actualmente, a los niños se les puede diagnosticar el autismo a partir de los 6 meses de edad, según los especialistas. José tuvo que esperar hasta los 49 años para entender por qué su manera de decir las cosas, tan directa, lo hacía incompatible con la gente a su alrededor. "Hace siete años descubrí que soy Asperger y tuve que educar a mi entorno", enfatiza. El Asperger se encuentra dentro del espectro autista y, según expertos, si bien se caracteriza por un alto nivel intelectual, sin una buena educación esta habilidad se puede deteriorar. "Las habilidades que no se practican se pueden olvidar. Se requiere que la persona esté en constante capacitación", refiere Milagros Huamán, directora de la ONG ¡Soy autista y qué! No todos son genios Juan Antonio Torres es otro peruano con Asperger que ha logrado desarrollarse profesionalmente en lo que más le gusta. Él es consciente de que su éxito no se basa en la "genialidad" sino en la educación a la que pudo acceder desde pequeño. PUEDES VER: Joven economista con Asperger lucha por encontrar trabajo [VIDEO] "Empecé a leer a los cinco años en promedio. El primer libro que leí fue Ben Hur", cuenta. La capacidad que tiene Juan Antonio para recordar fechas y datos históricos es impresionante. Pero eso no es todo: ha leído más de 400 libros. Trabajó como librero durante cinco años en librerías Crisol. La última administración no le renovó el contrato. "Yo me siento satisfecho con lo que he logrado. Y tengo ganas de hacer más cosas, intentar otros proyectos", comenta Juan Antonio con mucho optimismo. "Es importante que los padres entiendan que un niño con autismo aprende, pero de forma diferente. Tal vez demore un poco, pero aprende", dice Mapy Chávez, experta en autismo y fundadora de Alcanzando. La familia: pieza clave Alejandro Linares es un joven universitario que está a punto de terminar la carrera de Hotelería y Turismo en la Universidad Privada San Juan Bautista. Su impulso por estudiar una carrera no solo ha significado un avance propio, sino también un aprendizaje para su familia. PUEDES VER: Autismo: la condición que no necesita cura sino aceptación social "Te soy honesta, no pensé que Alejandro iba a llegar a la universidad. Lo inscribimos en la pre y les dijimos (a los profesores) que solo queríamos que él mismo se diera cuenta, pero ingresó. Nos sorprendimos; teníamos que creer más en él " señala Kathy, madre de Alejandro. Desde los cuatro años (edad en que le diagnosticaron el autismo a Alejandro) sus padres se encargaron de llevarlo a los mejores especialistas. Ahora lleva un mes y medio trabajando en la empresa Empanacombi. Población invisible El censo del 2017 identificó a un 10% de peruanos con alguna discapacidad. Sin embargo, no existe en nuestro país un desagregado exclusivo sobre personas con autismo. Esto no permite que se creen más oportunidades para niños y jóvenes con esta condición. "Al no saber cuántos somos, no existimos para el Estado. Por ello no se habilitan centros. Nunca ha habido un censo sobre personas con autismo en Perú", dice Milagros Huamán. Campaña - Por sus múltiples plataformas. Con este reportaje se inicia una campaña del Grupo La República para sensibilizar a los lectores sobre la problemática de las personas que viven con esta condición. Se cuenta con el respaldo de la ONG ¡Soy autista y qué!, de la excongresista Milagros Huamán, y del apoyo del Midis y el Minedu.