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Política

Pedro Castillo: ¿cuál es la situación del mandatario tras no recibir a la Comisión de Fiscalización?

Expertos aseguran que las consecuencias se verán en el plano político, pues tal conducta contribuye a una percepción negativa tanto del Gobierno como del Congreso.

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Comisión de Fiscalización llegó hasta la sede de Palacio de Gobierno, pero no fue atendida por el presidente Pedro Castillo. Foto: composición Gerson Cardoso / La República

El último lunes 27 de junio, el presidente de la República, Pedro Castillo, no recibió a la Comisión de Fiscalización, que llegó hasta Palacio de Gobierno a fin de interrogarlo por los presuntos actos de corrupción en los que se ha visto involucrado. El jefe del Estado ya había adelantado su intención de no dialogar con el referido grupo de trabajo. Sin embargo, la comisión presidida por Héctor Ventura insistió en obtener el testimonio del jefe de Estado.

Ante ello, surgió la posibilidad de que Castillo sea denunciado por infracción a la Constitución, lo cual podría incluso dejarlo fuera del cargo e inhabilitarlo para ejercer cualquier tipo de función pública. Ello se debe a que el artículo 97 de la carta magna indica que es obligatorio comparecer ante las comisiones investigadoras del Congreso.

De acuerdo con el abogado constitucionalista Omar Cairo, nadie está exonerado de cumplir con el artículo 97 de la Constitución, ni siquiera el presidente de la República.

Comisión de Fiscalización llegó a Palacio de Gobierno para reunirse con Pedro Castillo, pero no pudieron ingresar. Fotos: Gerardo Marín / La República

“Hay un artículo que dice que comparecer es obligatorio y para todos. No hay excepciones. Inclusive permite que se le pida a un juez que, si tú no vas, ordene que te conduzca la Policía. Y sobre eso no está exonerado nadie. Si el presidente Castillo no ha ido, ha infringido este artículo y lo que corresponde es un juicio político por infracción a la Constitución”, dijo el jurista a La República.

Cairo explicó en qué consiste el juicio político y señaló que, en caso de que resulte fundada la acusación, el mandatario podría ser suspendido, destituido o inhabilitado.

“El juicio político es un proceso que comienza con una denuncia constitucional ante la Comisión Permanente y ellos deciden si lo acusan ante el pleno. Luego, el pleno resuelve si es fundada o infundada la denuncia. Si es fundada, puede haber tres sanciones: suspensión, destitución o inhabilitación. En el caso de la suspensión, podría ser temporal. Podrían decidir suspender al presidente por dos años o un año y entraría Dina Boluarte”, agresó.

Sin embargo, Benji Espinoza, abogado de Pedro Castillo, desestimó esta versión y aseguró que el artículo 117 de la Constitución indica que el presidente de la República, salvo contadas excepciones, no puede ser investigado.

“No puede ser acusado constitucionalmente, porque hay que leer el dispositivo del artículo 97 de la Constitución con el 117. El presidente no puede ser investigado ni en el fuero judicial, ni en el fuero fiscal, ni en el fuero parlamentario, distinto a los casos previstos en el 117, que regula la traición a la patria como delito y tres infracciones constitucionales”, dijo en diálogo con La República.

Asimismo, en declaraciones a la prensa, Espinoza mencionó que no se estaba cumpliendo con el debido proceso; por tanto, el mandatario no podía prestarse “a un circo”. “No hay debido proceso. No hay en esencia debido proceso. Hay una apariencia de debido proceso. Y el presidente no se puede prestar a un circo”, refirió.

Situación afectaría tanto a Pedro Castillo como al Congreso a nivel político

Ante esta situación, la politóloga Marylia Cruz señaló en diálogo con La República que el hecho de que el presidente Castillo no haya recibido a la Comisión de Fiscalización le afectaría a nivel político.

“Creo que sí le afecta, sobre todo al decir en un inicio que se abra toda investigación y luego no acudir al llamado de la comisión. Era importante que asista o, en todo caso, dé unas declaraciones previas antes de su negativa de acudir a esa comisión. Sin embargo, parece que todo se da sin dar muchas referencias hacia la ciudadanía”, aseveró.

Cruz consideró una mala estrategia la actitud del mandatario, por más que desde el grupo de trabajo parlamentario se había planteado un show mediático.

“Si vemos los últimos reportes de popularidad, del presidente, vemos que ha descendido varios puntos. Eso llama la atención porque recién se va a cumplir un año de su Gobierno y usualmente el primer año es el más estable. Está ahora con 19 puntos y esto no lo deja muy bien parado por más que sabemos que lo que ha realizado la Comisión de Fiscalización ha sido un show al apersonarse y toda la parafernalia que ha traído”, agregó.

No obstante, esta situación tampoco le favorece al Congreso, pues consideró que desde un primer instante ha descuidado su función de representación y legislativa para concentrarse en el control político.

“La sensación que se lleva la gente es que este Congreso, desde el día uno, no llega a consensos y parece que dentro de sus funciones la única que tiene es la que se refiere a control político y se ha alejado de su función de representación e incluso de su función de legislación”, aclaró.

“Llamar a nuevas elecciones sería avalar el argumento de que fueron fraudulentas”

Ante la crisis política, Marylia Cruz negó que sea una opción pertinente llamar a nuevas elecciones porque deslegitmaría los comicios pasados, que se realizaron conforme a ley.

“Mucha gente apuesta por unas nuevas elecciones, pero me parece que es quitarle el peso a las que hemos tenido. No creo que hayan sido fraudulentas y volver a hacerlas me parece, indirectamente, que sería avalar ese argumento. Creo que esa no es la salida”, aseguró.

Finalmente, sostuvo una posición con cierto pesimismo con respecto al futuro del país y señaló que se debe apostar por una evaluación de errores y aciertos.

“Va a ser muy difícil que se llegue a consensos, teniendo la oposición que tenemos y teniendo también de parte del Ejecutivo ninguna cara política fuerte que pueda llamar a un liderazgo. Quizá en lo único en lo que encuentran consenso es que ninguno se quiere ir, ni el Ejecutivo ni el Legislativo. Por otro lado, apostar por elecciones nuevas tampoco va a reconfigurar mucho el escenario. Lo que se debería hacer es una evaluación de lo que hemos avanzado y retrocedido. Pero esta evaluación debe hacerse sin tufo político”, culminó.