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Política

César Azabache: “En términos legales, el caso de Zoraida Ávalos está tan mal planteado que no se va a sostener”

El exprocurador anticorrupción analizó los escenarios futuros tras la inhabilitación de Zoraida Ávalos por el Congreso. “Nuestra atención deberá estar puesta en las decisiones que pueda adoptar la Junta de Fiscales Supremos en el tiempo que demore cerrar el caso Ávalos”, señaló.

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De cerca. Azabache pide mirar con atención lo que ocurra en la Junta de Fiscales Supremos. Foto: difusión

La decisión del Congreso de inhabilitar y suspender a la fiscal Zoraida Ávalos es una embestida contra el Ministerio Público. En esta entrevista, el abogado y exprocurador César Azabache analiza la situación y las posibles consecuencias que podrían sobrevenir. Adelanta que la maniobra parlamentaria será revertida por torpe. 

― La exfiscal de la Nación Zoraida Ávalos ha dicho luego de su inhabilitación que “esto ya no es una democracia” y que se irá a buscar justicia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). ¿Le da la razón?

― Esa expresión refleja hasta qué punto es intolerable que el Congreso, habiendo recibido la explicación de las cosas de manera muy clara, haya procedido igual. En enero de 2022, cuando Ávalos decidió suspender las investigaciones en contra de Pedro Castillo, no existía ningún precedente en la Fiscalía de la Nación ni ningún antecedente, ni siquiera en artículos académicos, que sostuvieran que era posible investigar a un presidente el ejercicio bajo el artículo 117 de la Constitución. La doctrina la creó el exfiscal de la Nación Pablo Sánchez en mayo de 2022. Ávalos, durante el gobierno de Martín Vizcarra, en noviembre de 2020, introdujo un matiz en la teoría predominante…

En peligro. Gobierno le retiró la seguridad a Zoraida Ávalos. Foto: LR/Archivo

― Por el caso Richard Swing.

― El matiz de abrir investigación y suspender. Eso mantiene el fundamente de la teoría previa, que no se puede investigar al presidente en funciones. En cambio, la doctrina que permite investigar presidentes en ejercicio la estableció Sánchez en mayo. Eso es lo importante. Esta doctrina fue puesta en debate en la Suprema y aprobada recién en noviembre de 2022.  No hay forma de que se le exija a una persona en enero actuar conforme a reglas y doctrinas que se establecieron y confirmaron meses después.

― Casi un año después.

― Casi un año después. Uno puede estar de acuerdo o no con la decisión de Ávalos. De hecho, ella fue muy criticada cuando la adoptó, pero es imposible dejar de notar que no había una regla que sea exigible para portarse de manera distinta. Discrepar de la decisión de Ávalos no puede ser lo mismo que acusarla y destituirla.

El exprocurador anticorrupción se pronunció sobre la situación de Zoraida Ávalos. Foto: difusión.

― Ese es el argumento jurídico, que puede ser muy sensato. Lo que hemos visto ayer ha sido más una decisión política. ¿No lo cree?

― En lo político, esta decisión tiene un problema. Es una decisión política sin límites. Es decir, el juego de la república consiste en que no solo la mayoría de los votos en el Congreso determine el sentido de las cosas, sino que esas votaciones se encuadren dentro de los límites que marca la Constitución y la ley. Proceder como lo ha hecho porque el Congreso lo encuentra políticamente útil, en realidad, es un contrasentido. En términos legales, el caso de Ávalos está tan mal planteado que no se va a sostener.

― ¿Qué puede pasar a partir de ahora?

― Una de estas dos cosas: o la Corte Suprema, luego de abrir proceso porque está obligada a hacerlo, lo cierra por falta de ley aplicable, o la CIDH lanza una medida cautelar que suspende la ejecución de la decisión adoptada en el Pleno. Eso significa que todo el esfuerzo que implica sostener cosas absurdas va a producir un enorme desencuentro. En cualquiera de los dos casos, Zoraida Ávalos va a tener que ser repuesta en su cargo.

― La decisión puede ser revertida. Pero lo que se observa en el Congreso, y creo que eso es lo más preocupante, es ese apetito desmedido por controlar a las instituciones.

― Por supuesto, hay una voracidad. Pero ese exceso predatorio agota energías. Si el Congreso sigue haciendo lo que está haciendo, si sigue utilizando de manera predatoria su posición en la coalición de gobierno, lo que va a precipitar es la caída de  esa coalición. Es imposible sostener el esfuerzo de crear casos absurdos de manera indefinida en el tiempo. Esto (lo de Zoraida Ávalos) lo van a perder, como perdieron lo de la traición a la patria (cuando se quiso acusar a Pedro Castillo de este delito por sus comentarios sobre la posibilidad de darle salida al mar a Bolivia). Y si siguen así, van a acumular derrotas, que van a terminar por cercarlos.

― Habla usted de una coalición de gobierno entre el Ejecutivo y el Congreso.

― Sí.

― ¿Hay rasgos autoritarios?

― De hecho. Antonio Zapata comparaba el ciclo actual con los noventas. Decía que la figura del autoritarismo competitivo calzaba porque va a tener que enfrentarse a las urnas, aunque sea en el 2026, pero habrá elecciones. Zapata recalcaba en su columna que la diferencia con los noventas es que acá no hay un liderazgo que sostenga a esta coalición. Es decir, podrían empezar a aparecer las fisuras. Y, de hecho, el fujimorismo ya está empezando a intentar distanciarse, por ejemplo, con el pedido de destitución de ministros, uno de los cuales fue aceptado.

― Lo que muchos advierten es que ahora viene la captura de los organismos electorales. La amenaza está latente.

― La amenaza está ahí. Claro, después de lo que han hecho con la exfiscal de la Nación, Ávalos, o reacciona el Sistema Interamericano o la Corte Suprema.

― Es optimista.

― Porque quiero creer que los esfuerzos por destruir instituciones, al final del día, colapsan.

― Otros expertos han mostrado preocupación por el hecho de que la fiscal Patricia Benavides ahora podría formar una mayoría favorable a ella en la Junta de Fiscales Supremos. ¿Qué piensa?

Algo tan absurdo como lo de Ávalos solamente puede tener por objeto causar alguna consecuencia durante el tiempo que pueda sostenerse. Nuestra atención deberá estar puesta, concentrada en las decisiones que pueda adoptar la Junta de Fiscales Supremos durante el tiempo que demore cerrar el caso Ávalos. A estar atentos.

― Ahora, seguro pasarán varios meses hasta que lo de Ávalos se resuelva.

― Son varios meses. Pueden pasar cuatro, seis, ocho. Mientras tanto, podría instalarse, efectivamente, una Junta de Fiscales Supremos con una correlación distinta y, por eso, hay que observarla de cerca.

― ¿Cree que la fiscal Patricia Benavides quiera aprovechar esta oportunidad?

― Espero que no. También es cierto que en el poco tiempo que tiene Benavides como fiscal de la Nación ya se han causado varias desilusiones en quienes vemos el proceso con atención.