Fuerza Popular, partido político referente de la derecha y heredero del exmandatario Alberto Fujimori, enfrenta el desafío de ganar terreno fuera de Lima, especialmente donde el rechazo ha marcado sus derrotas, y estrechar lazos internacionales.
El CEN (Comité Ejecutivo Nacional) de este partido acordó a fines de mayo la apertura del padrón de afiliados, la creación de comités provinciales y la reorganización de los que ya tienen en el país. Además, aprobó retomar las actividades de formación política, que incluyen la denominada Escuela Naranja, sobre el gobierno de Fujimori, y capacitación en gestión pública y asuntos políticos.
Un escollo para Fuerza Popular es la limitación de su lideresa, Keiko Fujimori, para salir fuera de Lima metropolitana por sus procesos judiciales. En la campaña electoral del 2021, el Poder Judicial fue flexible al autorizarle recorrer el Perú para que haga proselitismo. No quería aparecer como actor político que favorezca a otros candidatos al restringir a Fujimori. Ahora, el momento es distinto.
“La idea es que Keiko vaya a regiones, pero está sujeta al permiso del juez, que da poco o demora y pasan los eventos. Debe pedirlo hasta para ir al Callao”. dice un dirigente fujimorista.
La reemplaza Luis Galarreta, secretario general de Fuerza Popular y excongresista. “No es lo mismo, pero tiene el cargo”, aduce el dirigente. Los estilos
de Keiko, con una versión carismática y afable, contrastan con maneras usualmente más confrontacionales de su secretario.
Para hoy, lunes 12, el partido ha convocado a reunión virtual a sus secretarías de 96 comités provinciales en 23 regiones y Lima metropolitana, con miras
a reorganizarlos. No tiene ninguno en Apurímac ni Madre de Dios. El sur del Perú es complicado para los naranjas.
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“Han empezado a viajar a conformar comités provinciales, pero no en el sur por lo difícil que es. Creo que el partido se tomará más tiempo para ver a esa parte del país. Hay comités en el sur, pero no van a crear nuevos”, estima un dirigente.
La renovación de cabezas locales y el relanzamiento de capacitaciones buscan revitalizar el partido que 3 veces perdió por poco la presidencia del Perú, pero el influjo de Keiko para toda la organización hace que casi siempre busquen su presencia.
El reciente reclamo público de Fuerza Popular por la prohibición judicial a su jefa para salir del país va más allá. Los fujimoristas han detectado oportunidades de apoyo desde el exterior. Allí están sus acercamientos con grupos de derecha, como Vox de España. Sin embargo, otros partidos políticos peruanos, como Renovación Popular, son competidores de riesgo en el posicionamiento que disputan los fujimoristas.
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Mantener caudal electoral es vital para Keiko y quienes aspiran a beneficiarse. El peso de la hija de Alberto Fujimori como indiscutible lideresa de los naranjas hace que el partido pague su defensa legal, como reportó en informe financiero ante la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales).
Con el resurgir en los comicios del 2021 y Kenji Fujimori alejado, Keiko afianzó su mando. En su CEN, ha hecho solo 2 cambios recientes: RosangellaBarbarán, congresista actual, entró como secretaria de Juventudes y Diethell Columbus es el responsable en prensa.
El adelanto de elecciones generales puede ser otro factor. En el Congreso, fujimoristas y bancadas afines conversan sobre un nuevo proyecto, según fuentes parlamentarias, para acercarse a la población. Aún es muy pronto para prever el efecto.
Fuerza Popular asume el pago de más de 11.000 dólares al estudio Loza Ávalos por la defensa legal de Keiko Fujimori del 2021, según reportó el partido a la ONPE.