A un mes del enfrentamiento en el aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca, que dejó 18 civiles muertos por la represión de la policía, ayer se registraron en esta zona 23 heridos, luego de un nuevo enfrentamiento entre la policía y un grupo de manifestantes. Del total de heridos, 9 están hospitalizados. Los otros 14 fueron dados de alta.
En la mañana, los familiares de las víctimas recordaron los trágicos sucesos del 9 de enero con una misa en el óvalo del by-pass a la salida de Cusco, cerca del aeropuerto.
También miles de pobladores de la provincia de San Román, así como de otras jurisdicciones de la zona norte de Puno, llegaron a Juliaca para acompañar a los deudos, quienes marcharon en la plaza de Armas para exigir justicia y la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Los manifestantes se dispersaron por la plaza Mayor cerca de las 2:00 p.m.; sin embargo, un grupo de huelguistas regresó a las inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Cápac.
Una hora después, este grupo de personas protestó contra los policías acantonados en el terminal aéreo. En esas circunstancias intentaron tumbar parte del cerco perimétrico.
Se registró un nuevo enfrentamiento, por lo que los agentes del orden tuvieron que lanzar bombas lacrimógenas y perdigones para disuadir a quienes los atacaban. El enfrentamiento se prolongó por varias horas.
Los heridos fueron trasladados al centro de salud Jorge Chávez y Mariano Melgar. Dos de los heridos con lesiones de consideración fueron trasladados al hospital Carlos Monge Medrano de Juliaca.
En Cusco, un gran número de trabajadores de construcción civil inició el primer día del paro convocado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), movilizándose por las principales calles para exigir la salida de Boluarte. También fue acatado por los trabajadores de la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco y la Federación Campesina.
En Arequipa, dirigentes de construcción civil, la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres y estudiantes de la Universidad San Agustín marcharon en la plaza de Armas. Los manifestantes hicieron circular un carro transformado simbólicamente en una tanqueta verde con un cartel que decía: “Basta de militarizar la protesta”.
Arequipa. Trabajadores de construcción civil y universitarios piden el adelanto de elecciones. Foto: Leonela Aquino/La República
En Cajamarca, manifestantes bloquearon la carretera que une Cajabamba con San Marcos. La concesionaria vial Sierra Norte pidió a los transportistas y pasajeros tomar sus precauciones. Decenas de vehículos quedaron varados en el puente Malcas.
En Lima, miles de manifestantes se movilizaron hasta llegar a escasos metros del Congreso, en la av. Abancay, donde había cuatro tanquetas.
Alrededor de las 6:45 p.m., la policía comenzó a hacerlos retroceder pacíficamente hasta la av. La Colmena y luego a la plaza San Martín, sin mayores incidentes.
Llamó la atención el descomunal despliegue previo de efectivos policiales (10 mil según Canal N) en el Paseo de los Héroes Navales, un grupo de ellos en las escalinatas del Palacio de Justicia y otro marchando marcialmente. La puesta en escena atemorizó a manifestantes, pero también a ciudadanos no vinculados a la protesta.
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Contra los ciudadanos. En Lima llamó la atención el despliegue de miles de policías. El exceso en la singular demostración de fuerza por parte del Gobierno generó desconcierto y críticas. Foto: difusión
Cerca de 300 manifestantes de Chiclayo participaron en el paro nacional para exigir el adelanto de las elecciones.
Estuvieron presentes la CGTP, el Sutep-Lambayeque, comunidades indígenas de Cañaris e Incahuasi, el Comando Unitario Lambayeque, el Sindicato de Construcción Civil de Ferreñafe, pescadores y simpatizantes de Perú Libre. Alrededor de 80 policías los resguardaron.