La noche del 5 de abril de 1992 fue una jornada fuera de la rutina para los medios de comunicación. Alberto Fujimori había anunciado el cierre del Congreso y también una serie de medidas antidemocráticas. Aquella noche, la labor periodística fue interrumpida por las fuerzas militares, que buscaban censurar la información que denunciaba el autogolpe de Estado. Uno de los pocos medios que esquivó, por algunas horas, dicha orden fue Radio Antena 1, que logró recoger testimonios valiosos de personajes políticos.PUEDE LEER. Autogolpe del 5 de abril: recuerda la llamada de Gustavo Mohme Llona a radio Antena 1
Cecilia Laca Sánchez era directora del medio en aquel entonces. Con 28 años, ella vivió aquel 5 de abril un episodio que quedó marcado para el resto de su vida. Hoy vive en Alemania, pero sus recuerdos siguen intactos y tampoco es ajena a la escena política del Perú. La República dialogó con ella sobre eso y otros temas.
¿Qué es lo primero que se te viene a la mente al recordar el 5 de abril de 1992?
El 5 de abril yo regresaba de la playa y en el auto escuché el discurso de Fujimori, anunciando la disolución del Congreso. Normalmente, Antena 1 los domingos tenía una programación musical por las noches y dos o tres periodistas de guardia.
Como vivía muy cerca de la radio, me dirigí directamente a la emisora y a los pocos minutos comenzó a llegar -por iniciativa propia- gran parte de periodistas de la emisora. Llamé a César Lévano y Henry Aragón y comenzamos con un programa en vivo, con 5 unidades móviles en las calles de Lima.
¿Cómo fue la transmisión desde la radio?
Abrimos las líneas telefónicas para que la gente intervenga, mientras hacíamos entrevistas a diversos políticos como el presidente del Senado. Transmitimos todo lo que estaba ocurriendo. Todos estábamos conmocionados. Era una vergüenza histórica.
¿Eran conscientes de que diferentes medios habían sido intervenidos por las fuerzas militares?
Sí, cuando entrevistamos al señor Gustavo Mohme Llona, él nos dijo que La República estaba intervenida y que había ahí un contingente del Ejército. Luego, los colegas de la radio Red nos avisaron que a ellos también los habían intervenido.
¿Y el Ejército no les había advertido a ustedes en Radio Antena 1?
Alrededor las 10.30 p.m. me llamó un comandante del Ejército. Me dijo que suspendiéramos la transmisión y pongamos música para no desestabilizar a la audiencia, pero nosotros decidimos seguir con nuestra transmisión. Y así lo hicimos. Estábamos dispuestos a seguir hasta el final.
¿Cómo fue el momento de la intervención en la radio?
Llegó un comando del Ejército como a las 12.30 de la madrugada y con rifles en mano subieron directo a la cabina de control para que cerremos la transmisión. Yo me acerqué al que parecía el jefe de ese comando y le pregunté el por qué de la decisión. Me dijeron: “Tenemos órdenes de cerrar la emisora”.
Dentro del grupo periodístico habrá habido un diálogo previo a la llegada de las fuerzas militares para llegar a una decisión sobre la transmisión.
Claro, nosotros hablamos. Cuando el Ejército entró estábamos nerviosos, pero no teníamos miedo. Yo estaba en la cabina de control y corrí a la cabina de transmisión. Estaba ahí Henry Aragón y atrás entraron dos o tres efectivos y lo que hicimos fue poner el himno nacional. Después vinieron las amenazas.
¿Qué tipo de amenazas? ¿Los retuvieron en el local?
Sí, hubo dos periodistas detenidos y el gerente general. Después, comenzaron las amenazas pero los periodistas junto con el gerente salieron al día siguiente.
¿Amenazas de muerte?
Llamaban a mi casa todo el tiempo. A fines de abril explotaron 40 kilogramos de dinamita, que destruyeron todas las ventanas y las puertas del departamento donde yo vivía. Los autos terminaron destruidos. Antes me habían asaltado a una cuadra de la radio, aunque no me robaron nada. Me amedrentaron.
Finalmente, tuve que renunciar a la emisora porque estaba en peligro la vida de mi hijo.
¿Cómo fue la mañana después de la intervención en la radio?
Lo que ocurrió es que al día siguiente junto a Pedro Salinas y César Lévano fuimos nuevamente a la emisora a realizar una transmisión muy temprano. Desacatamos la orden que nos dieron del Ejército de no transmitir hasta nuevo aviso y así nos volvieron a cerrar hasta el 8 de abril
Me comentas que hubo un veto a ustedes en aquellos días.
Eso creo. Y no es casualidad que muchos medios, especialmente de la televisión y algunas emisoras de radio no "mencionaran" para nada a Antena 1 en la noche del 5 de Abril. Lo que pasó fue posible porque los medios de comunicación acompañaron al gobierno fujimontesinista. Fue un matrimonio de conveniencia.
¿Qué tan difícil fue hacer periodismo en esos tiempos en los que había prensa vendida?
Era complicado. No sólo por la prensa, sino por los mismos políticos. Por ejemplo por el lado del gobierno, ellos elegían con qué medios hablar. Había que abordarlos en las conferencia de prensa, era difícil que aceptaran una entrevista telefónica o que vayan al estudio para una entrevista con César Levano o Pedro Salinas Esa es una forma de arrinconar a los medios y luego tildarlos de "oposición".
¿Qué opinas de la posibilidad de que el fujimorismo vuelva al Gobierno?
Terrible, después de la vergüenza histórica del 5 de Abril sería el error histórico de los peruanos. Sería como ratificar la corrupción como forma de vida, como parte de la cultura.
Finalmente, ¿Por qué consideras que un episodio como el 5 de abril no debe repetirse en la historia del país?
Después del 5 de Abril, la prensa en general perdió toda credibilidad. Creo que a pesar de los esfuerzos dignos de destacar de algunos medios, en el Perú no es más el cuarto poder y un país donde no hay prensa libre, no se puede hablar de democracia.