Con tomar represalias si no le daban participación en negocio petrolero. El 30 de setiembre les dio un último plazo para contestar sus reclamos, o tomaría acciones judiciales o extrajudiciales. César Romero. El empresario dominicano Fortunato Canáan amenazó a la petrolera noruega Discover Petroleum International (DPI) con tomar represalias “judiciales y extrajudiciales” si no recibía beneficios por la obtención de cinco lotes para explorar petróleo en el Perú. Las advertencias aparecen en una serie de cartas que Canáan remitió a los directivos de DPI entre el 10 de julio y el 30 de setiembre, que la fiscalía ha encontrado en la computadora de Rómulo León Alegría. Por ahora no se sabe si las amenazas se hicieron efectivas, pero, como se recuerda, cinco días después de la última carta, la noche del 5 de octubre, se revelaron los primeros “Petroaudios” y DPI perdió los contratos para explorar petróleo en el Perú. Fortunato Canáan inició en el verano del 2008 los contactos entre Petroperú y DPI, para lo que promovió y logró a través de Peggy Cabral que los noruegos se entrevisten con el presidente Alan García, pero cuando en abril se peleó con León Alegría, quedó fuera del negocio. El 10 de julio del 2008, Canáan remitió desde Santo Domingo una primera misiva a Díaz, quien se encontraba en México, diciéndole que en cumplimiento de un Acuerdo Marco de Cooperación que ambos habían firmado el 20 de febrero, debía informarle de todas las acciones que estuviera realizando en el Perú a favor de DPI. “Si por cualquier motivo no atendieras mi solicitud, debo indicarte que iniciaré cuantas acciones judiciales, administrativas y extrajudiciales de cualquier índole (civil, penal, mercantil, etc.) ante las autoridades y organismos competentes en Perú...”, afirmó Canáan. Agregó que comunicará “a las autoridades peruanas correspondientes los hechos irregulares que vienen aconteciendo”. Canáan no precisó a qué hechos irregulares se estaba refiriendo. El 1º de setiembre el empresario dominicano vuelve a escribirle a Díaz Lugo para decirle que cumpla con la solicitud que le hizo el 10 de julio, en un plazo de tres días. “La contestación recibida (..) desvela sin género de dudas que tanto tú como las empresas noruegas del Sr. Kjerstad me habéis engañado a fin de que hiciera todo el trabajo de introducción, preparación y desarrollo del proyecto en Perú para posteriormente beneficiarnos personalmente. (...). El negarlo de la manera como lo ha hecho Jostein, cuando las pruebas son irrefutables, supone una actuación dolosa y de mala fe © en el delito”, precisó. Amenaza final El 30 de setiembre, Canáan envía una carta múltiple a Díaz Lugo y Kjestardy Lars t Bejerke para saludarlos por la adjudicación de cinco lotes para exploración y explotación de hidrocarburos y gas en el Perú, y les solicita proceder a documentar inmediatamente los acuerdos de remuneración pactados. Agrega que confiando en la pronta solución de los malentendidos, informa que desde hace unos cinco meses ha trasladado su cuartel general a Lima, donde reside la mayor parte de su tiempo, y que ha tomado conocimiento de la existencia de voces discrepantes y críticas por la adjudicación de los cinco lotes a Discover “que podrían poner en duda la idoneidad de Discovery, y eso haría peligrar –Dios no lo quiera– la continuidad de ese proyecto”. Fortunato Canáan insistió en que esperaba noticias en tres días. Aparentemente nunca le respondieron como deseaba. El 5 de octubre se propalaron los primeros ‘petroaudios’ y DPI perdió la oportunidad de buscar petróleo en el Perú. La respuesta de León Alegría El 17 de julio del 2008 Rómulo León Alegría escribió a Mario Díaz, a México, para responder la carta de Fortunato Canáan del 10 de julio. “Una vez más comprobamos que R. Fortunato Canáan está totalmente despistado y la senil ambición que lo domina le hace perder la correcta perspectiva de las cosas. Canáan es un absoluto extraño en el Perú”, escribió León. En otro párrafo indica: “Debo admitir que cuando a Fortunato Canáan, en junio del año pasado, asumí que era un inversionista que podría contribuir al desarrollo de mi país. Pero con el transcurrir de los meses fui observando su errática conducta, sus malas formas y dolosa manera de conseguir prebendas”. Más adelante, León afirma que como Canáan suponía que tenía controlada la licitación de los hospitales por parte del Ministerio de Salud, les planteó a los representantes de Mkiver, ICuatro, Educatre, entre otros, que como él tenía la licitación en el bolsillo debían asociarse con su empresa Fortluck, a cambio de un 5 a 10% de las utilidades. León asevera que por ese motivo rompió su relación comercial con Canáan.