Por Raúl Romero Cevallos Raúl Romero Cevallos. Yma Súmac es seguramente la primera embajadora cultural que el Perú tuvo en el extranjero. La vinculación entre Yma Súmac y el Perú fue clara y precisa desde el primer momento. Ella contribuyó a modernizar la relación que existía entre el Perú y los Incas, que entonces parecían pertenecer a un pasado muy remoto. No en vano fue la primera en acortar las brechas entre lo tradicional y lo moderno. En este sentido, no solo fue una pionera sino una visionaria, pues recién en la década del noventa aparecería la llamada World Music ("música del mundo"), una etiqueta para denominar la fusión entre el folklore y la música popular. Hoy, el movimiento de la "música del mundo" está conformado por cientos y quizás miles de músicos que combinan sonidos étnicos con el jazz, el rock y hasta con otros estilos étnicos, como el bluegrass norteamericano y la música irlandesa. Sin embargo, Yma Súmac ya había experimentado con esta fusión desde mediados del siglo veinte, con un gran éxito que mantuvo durante las décadas siguientes. Pero a ella se le escuchaba más en el extranjero que en el Perú, había tenido un éxito sin precedentes para una artista peruana y los grandes escenarios del mundo le abrían sus puertas. Fue así como se convirtió en nuestra primera embajadora cultural y artística. Es posible que Yma Súmac haya sido incomprendida al inicio, como generalmente sucede con los precursores, los que abren el camino. Quienes vieron en ella a una representante de la "autenticidad" del folklore, se equivocaron. Nunca tuvo esa intención, aunque no le hubiera faltado la experiencia ni el conocimiento para hacerlo. Ella intuyó la globalización cultural mucho antes que todos, la importancia de la fusión musical cuando nadie intuía esa posibilidad, la capacidad de las melodías andinas de integrarse con el jazz, la música caribeña y el swing de las entonces famosas "big bands". Cuando hoy día, entrado ya el siglo veintiuno, vemos que hay jóvenes que recién empiezan a explorar esas fusiones, los que conocemos a Yma Súmac no podemos sino sonreír. La UNMSM quiere que los jóvenes reconozcan en Yma Súmac a la guía y maestra que es, y que sepan que si la música, el arte y la cultura en el Perú tienen intenciones de conquistar el mercado global, su ejemplo es fundamental. Pero este ejemplo va más allá de la música; por eso el Perú está en deuda con ella, porque durante décadas el mundo nos conoció a través de su música. Su canto nos representó, sus representaciones nos reflejaron y su estilo definió lo diverso de los peruanos: andinos, pero cosmopolitas. Tradición y modernidad, esa dicotomía que tanto refleja la peruanidad, y que tan bien la materializó en su propuesta musical. Una propuesta impecable, triunfadora, técnicamente insuperable, culturalmente ejemplar. Esperamos que todas las distinciones que se le entreguen estos días y que la distinción de San Marcos sirvan para empezar a estudiar el legado de Yma Súmac, para fomentar artículos, trabajos de estudiantes sobre ella, la producción de tesis universitarias sobre su vida y obra, tal como en otros países se hace con las personas, hombres o mujeres, artistas o intelectuales, héroes civiles o militares que contribuyen a inventar esas estimadas comunidades imaginadas que se llaman nación. Muchas Gracias, señora Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, Yma Súmac.