Por Red Micaelas
La última etapa de las entrevistas en el proceso de selección para la nueva Junta Nacional de Justicia (JNJ) estuvo marcada por un trato desigual. La comisión especial, que preside el defensor Josué Gutiérrez, otorgó un trato preferencial en tiempos a determinados candidatos para que se puedan explayar, mientras que otros fueron apurados en sus intervenciones. También hubo preguntas diferenciadas, situación que puso en apuros a algunos, mientras que otros atendieron interrogantes más condescendientes.
La ronda de entrevistas del jueves 17 de octubre se inició casi con una hora de retraso. A pesar de esta primera deficiencia, la comisión especial optó por mantener el cronograma con los quince candidatos en una sola fecha. Esto obligó a ajustar los tiempos, aunque de manera muy discrecional.
Hubo candidatos a los que se les otorgó mayor tiempo para sus intervenciones. El más favorecido fue Francisco Távara Córdova, expresidente del Poder Judicial, quien tuvo hasta 46 minutos para explayarse, a pesar de que el tiempo fijado para cada postulante era solo de 30 minutos.
Esta extensión de tiempo generó ventaja en Távara, pues pudo interactuar más con los miembros de la comisión.
Algo similar ocurrió con María Cabrera, abogada y excongresista por el partido Podemos Perú, quien tuvo 35 minutos.
Ambos candidatos lograron inscribirse en el presente concurso, gracias a la ampliación del plazo que aprobó la comisión especial a última hora, en agosto pasado, aduciendo presuntas fallas técnicas.
El plazo venció el 13 de agosto. Távara se inscribió al día siguiente, a las 8:54 a.m., gracias a la ampliación. Y la excongresista de Podemos Perú María Cabrera lo hizo a las 11:00 a.m.
Távara y Cabrera luego fueron los primeros en la ronda de entrevistas, según un sorteo reportado por Josué Gutiérrez.
Un tercer postulante que tuvo ventaja en tiempo fue Roque Bravo Basaldúa. Este abogado trabajó en el Congreso con Jorge Montoya y anteriormente con Rosa Bartra. Si bien se trató del último entrevistado, la comisión le concedió 36 minutos de intervención.
Hubo un cuarto caso de una participación que se excedió en tiempo (35 minutos). Se trata de la postulante Inés Pacheco Huancas, a quien la dejaron hablar sin interrupciones en varios tramos.
Un trato totalmente distinto tuvo el candidato Tito Esteves, a quien apenas le dieron 17 minutos (el tiempo más breve de la jornada), mientras que a Gino Ríos le dieron solo 22 minutos.
El jurista chileno Jaime Arellano, miembro de la Misión Internacional de Observación (MIO) , cuestionó la metodología. “A los primeros les permitieron prácticamente dar un discurso a su antojo”, comentó para el programa ‘Voces del sur’ en Radio Yaraví de Arequipa.
El abogado también criticó la diferencia en las preguntas, pues a algunos se les pedía opiniones, mientras que otros atendían inquietudes más rigurosas de la comisión especial.
Otro aspecto identificado es la diferencia en el número de preguntas. El caso más notorio se dio con Inés Pacheco, a quien solo le hicieron siete interrogantes y ella pudo explayarse por más de media hora. Hubo también pocas preguntas para Jorge Balarezo (9) e Iván Guevara (10), pero ambos tuvieron menos tiempo para responder.
Un aspecto adicional que cuestiona Jaime Arellano es la falta de claridad sobre el método de calificación de las entrevistas. La comisión especial ha reservado 40 de los 100 puntos para esta etapa que tiene un carácter altamente subjetivo.
Jaime Arellano, Observador internacional
“No hubo un protocolo para garantizar que las entrevistas cumplan su objetivo y que haya un trato igualitario. Tampoco hubo claridad sobre la manera de evaluación de las entrevistas”.