Dos excancilleres, Manuel Rodríguez Cuadros y Diego García Sayán, afirmaron que existen elementos para activar la Carta Democrática Interamericana por la situación del Perú, mecanismo que fue aprobado por los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en una sesión extraordinaria de la Asamblea General en Lima, el 2001. Su propósito es “fortalecer y preservar” a las instituciones democráticas de las naciones americanas.
En una entrevista con La República, Rodríguez Cuadros afirmó que en su artículo 19, la Carta establece que debe activarse cuando hay una alteración de la institucionalidad política, lo que no debe entenderse como un golpe de Estado, sino cuando las instituciones básicas de la democracia pierden independencia, el sistema electoral se pervierte y la separación de poderes se diluye a favor de uno hegemónico.
“La aplicación de la Carta Democrática Interamericana tiene como finalidad que la OEA propicie un diálogo nacional con todas las fuerzas políticas, institucionales y sociales y el Gobierno para buscar una solución nacional a la grave crisis”, insistió ayer.
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En tanto, García Sayán dijo que el reciente informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre el Perú puntualiza las violaciones a los derechos humanos y el socavamiento de la institucionalidad. En ese sentido, para él, “concurren todas las condiciones” para la aplicación de la Carta Democrática Interamericana por parte de los órganos pertinentes del sistema interamericano. “La Carta fue una iniciativa peruana posfuga de Alberto Fujimori”, recordó.
El exrepresentante peruano ante OEA Harold Forsyth se mostró a favor de que la Carta se active frente a la situación actual. Comentó que se trata de una iniciativa “muy inteligente, oportuna y necesaria” frente a lo que llamó “la destrucción del tejido institucional”.
Lectura. Según García Sayán, hay condiciones para su aplicación. Foto: difusión
Afirma que el Perú ya no puede considerarse, siquiera, una “democracia híbrida”, tal como lo calificó The Economist, sino que está pareciéndose más a los regímenes de Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua, porque se “avasallan las instituciones, hay corrupción y se vulneran los derechos humanos, tal como quedó expuesto en el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos”.
Adelantó que en la próxima asamblea general de la OEA, en junio, el tema del Perú seguramente ocupará “un lugar central”, porque hasta ahora no hay una sola persona procesada o inculpada por los 49 asesinatos cometidos entre diciembre de 2022 y enero de 2023.
Por su parte, el internacionalista y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) Óscar Vidarte consideró que si bien el Perú atraviesa “un claro debilitamiento del sistema democrático” no es claro si están dadas las condiciones para la aplicación de la carta.
Explicó que para ello tendría que ocurrir una ruptura del orden constitucional o una alteración. “Estamos caminando por el filo del abismo y que estaríamos muy próximos a una situación que merezca la aplicación de la Carta Democrática Interamericana. Nuestra situación merece una mayor atención del sistema interamericano, por lo que sucede y puede suceder en el Perú. Debería mostrarse más interés por cómo la democracia peruana va desapareciendo lentamente. Hay un pacto corrupto como en Guatemala y no podemos seguir pasando inadvertidos”, declaró.
Harold Forsyth recordó que la Carta Democrática Interamericana se aplicó en el Perú en el año 2022, en medio de la crisis política: “Cancilleres de siete países formaron parte de una comisión, con la finalidad de lograr una salida pacífica a la situación de aquel entonces. Yo era embajador ante la OEA. Todas las instituciones del país recibieron a la misión que regresó y continuó con su trabajo. Pero en eso se produjo el autogolpe de Pedro Castillo, en diciembre, que echó todo por la borda”.